Bᴇᴀᴜᴛʏғᴜʟ sᴏɴɢ.

Cap 3: "𝐂𝐥𝐞𝐚𝐧𝐢𝐧𝐠 𝐫𝐨𝐨𝐦"

En la cena, Mark aprovechó que su madre le estaba intentando sacar tema de conversación para decirle que iba a llegar más tarde esa semana debido a lo ocurrido, pero obviamente no iba a decirle que el primer día ya lo habían mandado a detención. Así que se las arregló para no comentar aquel pequeño detalle.
_ Oye madre, hoy anunció el director que está semana desde mañana vamos a salir a las 6:30 en vez de 5:30.-Josephine lo miró sorprendida.
_ ¿Una hora después? ¿A qué se debe?
_ No lo dijeron, solo cambiaron el horario.- A su mamá le costaba creer en eso, pero tampoco desconfiaba de la palabra de su hijo.

Mark estaba preparado para tener el segundo día de escuela. De lo que si no estaba preparado era de toda la tarea que se avecinaba, ni de el hecho que pasaría una hora completa en limpiando con su nuevo contrincante.
Al escuchar la alarma de salida, se quedó en el aula mientras todos se marchaban felices a sus hogares.
Esperó a que no haya nadie salvo el su profesor, que con curiosidad lo miraba.
En ese preciso momento en el que le iba a preguntar porque no se movía de su asiento, entró el señor Miller para darle una lista de instrucciones a Mark, además, le indicó la zona que estaría limpiando ese día, dijo que espere a su compañero y que debían trabajar juntos para finalizar antes de las seis y media.
Caminó hacia el lugar indicado por el director, y dejó sus cosas en un asiento.
_ Cuando terminen de limpiar este salón, irán al de al lado y así sucesivamente para limpiar lo más que puedan.- Mencionó el hombre.
_ ¿Hay una cantidad exacta de aulas que tienen que estar limpias sí o sí?- Cuestionó.
_ Ahora que lo dice, como mínimo 4 deben estar relucientes para el horario establecido de salida.- Pronto, Mark se arrepintió de su pregunta.
Decidió esperar a su compañero en un banco que se encontraba en los largos y angostos pasillos del instituto.
_ Hola cucaracha. ¿Dónde tenemos que limpiar?
_ Primero tenemos que ir la sala de música. Y, por si no sabías, mí nombre es Mark.
_ Siendo sinceros, no sabía cómo te llamabas, _Mark_ -dice el chico sarcásticamente.- Me llamo Nate, por cierto.-Le mencionó desinteresado.

Tras un minuto de silencio, Nate gritó:
_ CARRERA HASTA LA SALA, EL ÚLTIMO QUE LLEGUE LIMPIA *TODO*-
_ ¡¡ESO ES TRAMPA NATE!!
_ ¡AL FIN TE APRENDES MI NOMBRE! DEBERÍAS DE CORRER MAS RÁPIDO, ¡SI NO NUNCA ME ALCANZARÁS!
_ ¡¡TE VOY A ATRAPAR IMBÉCIL!!
_ Idiota- susurra molestamente
Mientras Mark corría hacia el aula de música, pensaba en lo idiota y carismático que era Nate.
Al llegar, Mark empezó a barrer, y Nate, en una ventana del fondo empezó a sacudir los borradores para quitarles el polvo. La ausencia de ruido era muy incómoda, no era muy común estar en una escuela y que no haya nadie en ella.
Hasta que una pregunta rompió el silencio.
_ Entonces... ¿hace cuánto estudias aquí?- Cuestionó el muchacho mientras seguía sacudiendo sus borradores.
_ Bueno, estoy aquí desde hace dos años.- Respondió Mark confundido.-¿Y tú? No te he visto antes.
_Me mudé hace tres meses.
_¿Ah sí? ¿De dónde eres?- Por más mal que le caiga Nate, no se atrevía a quedarse en silencio, el no era capaz de terminar la conversación.
_ De Los Ángeles.- Esta vez sonó un poco más frío que cuando hizo su pregunta.
_ Eso está muy lejos, ¿Que te ha hecho venir hasta California?- Mark no entendía por qué le hacía tantas preguntas, pero muy en el fondo, sabía que sentía curiosidad por él.
_ N-no es de tu interés.- La incomodidad se apoderó del aula.
Minutos más tarde, Nate giró su cabeza hacia Mark y vio en la forma que barría un error.
_ (*se ríe*) Así no se barre tonto, mira y aprende.- Se acercó y tomó cuidadosamente la escoba.
Al mostrarle de la manera en la que el barría, Mark intentó imitarlo, pero Nate nuevamente notó un error.
_ Debes barrer de afuera hacia adentro, no al revés. Mira.
Nate agarró la escoba que todavía estaba sosteniendo el chico y le mostró como lo haría el. La mano izquierda de Nate se entrelazó con la de Mark, y la mano derecha estaba rodeando su espalda. Y mientras Nate le hablaba, el muchacho trataba de esconder su cara ruborizada, que estaba tan roja como un tomate.
Tras apartarse de Mark, Nate dijo:
_ ¿Puedes intentarlo?- Esa pregunta despabiló el oído de Mark e hizo todo lo posible para responder con claridad y no parecer que no había escuchado absolutamente nada (como fue).
_ No creo que sea tan bueno en esto. Quizás deberías barrer tú que tienes más experiencia y lo haces mil veces mejor.- Así intercambiaron sus labores y fueron avanzando hasta llegar al último salón, el cuarto.
Limpiaron lo más rápido posible para poder irse de una vez, y por suerte lo lograron.
_ Te veo más tarde, cucaracha- Se oyó desde la salida de la escuela en un tono irritante.
_ MI NOMBRE ES MARK.- Gritó el chico harto.