Bᴇᴀᴜᴛʏғᴜʟ sᴏɴɢ.

Cap 6: "𝐖𝐡𝐞𝐫𝐞 𝐈 𝐛𝐞𝐥𝐨𝐧𝐠"

Llegó al hotel y se instaló en su habitación. Tuvo que subir por las escaleras y atravesar el estrecho pasillo para, finalmente, tirarse en la cama y gritar en la almohada.
Estaba arrepintiéndose de la aterradora idea que se le había ocurrido. No tenía muy claro cuando, pero se durmió como un bello durmiente y no volvió a despertar hasta oír unos pasos acercándose hacia la puerta de su departamento.
Se asomó y reconoció una persona que ya había visto antes, de la misma manera que otras veces.
_ ¿Qué haces aquí?- le preguntó a Nate.
_ N-nada.
Se había puesto nervioso, pensaba en sus besos, su aroma a miel y canela, y la cerveza plasmada en sus labios. Temía que todo se vuelva incómodo.
_ ¿Vives aquí?- le preguntó Mark.
_ E-emm... sí. ¿Tu... también?
_ Sí, hoy es mí primer día, ayer fue una larga noche.- La curiosidad por saber si se acordaba de lo sucedido habló.
_ ¿Ah sí? ¿Que pasó?
_ Realmente no estoy seguro. Solo se que comienza con alcohol y termina en alquilar departamento.
_ Cosas que comienzan así terminan siempre como uno no esperan.- Ahora sí, seguro de la poca memoria de Mark, se sentía más cómodo conversando; por más nervioso que siga estando y por más recuerdos que se le vengan a la cabeza.
_ Por cierto, ¿Por qué faltaste el viernes? Me quedé limpiando solo y fue aburrido _sin ti_- Nate sintió un agujero en el estómago. Volvió su incomodidad. Al marcharse, tras saludar a Mark, se fue a su habitación y pensó en él _todo el día_.
En la casa, su madre estaba preocupada. No sabía que hacer. No quería llamar a la policía porque no quería causar problemas, pero si no lo hacía no sabía cuando volvería a ver a su hijo. Estaba desorientada, confundida, y por sobre todas las cosas aterrada y angustiada.
_ Mami, ¿Donde está Mark?
_ El...el...- Temía lastimar a su hija, y decidió no contarle _toda la verdad_.- el se fue con sus amigos al cine, quizás vuelve tarde.
_ Okey.

Al próximo día, Cassie, Yael, Zair y Jess se encontraron en el recreo del colegio. No sabían dónde se encontraba su amigo, le mandaron un mensaje, al cual no contestó.
Ignoraron el hecho de que no estaba con ellos, hasta que en la salida apareció encapuchado y se acercó a hablarles. Les contó lo ocurrido y sus compañeros sorprendidos lo entendieron y apoyaron.
_ Siempre estaremos aquí cuando nos necesites.- Le expresó Zair al chico.
Motivado, empezó a replantearse la idea de vivir en un edificio alejado de sus problemas, y se dio cuenta, que en efecto, solo atraía cada vez más problemas. Pero ya no había vuelta atrás. Era una aventura que debía atravesar.
Para no dejarlo solo, propusieron reunirse en una pijamada en la casa de Jess el martes. Ansioso por la noticia, Mark se levantó temprano, y se fue a dar unas vueltas por la plaza. Allí, se sentó bajo un árbol y dibujó a la gente que se encontraba en aquel lugar. Ilustró a una maestra, a un padre con su pequeña hija, a un vendedor de palomitas y a las palomas que se encontraban en los toboganes más altos.
La idea era despejar su mente un rato, y para su suerte, lo consiguió.
El sol se estaba escondiendo, y aprovechó para sacarle una foto y poder dibujarlo más tarde. Caminó hacia lo de Jess (que no quedaba lejos) y tocó el timbre.
_ ¡Buenas tardes! Pasa.- Lo atendió emocionado.
Al llegar a la habitación, charlaron y bromearon durante un largo tiempo.
_ ¿Qué tal si hacemos algo divertido?- pícara, dijo Cassie.
_ ¿Cómo qué?
_ No sé, podemos jugar a algún juego.- captando la atención de los demás, prosiguió- como verdad o reto, o algún clásico como ese.
_ ¡Ya sé! Mezclemos el juego de la botella con este. La giramos y al que le toca el pico debe inventar la pregunta o el reto y el que le toque la parte de abajo lo debe responder o cumplir.- La idea de Cassie le gustó al grupo, y empezaron a jugar.
En la primera ronda, Zair debía hacerle un reto a Yael.
_Te reto a besar a cualquiera de esta habitación.
_ ¡No se vale!- protestó.
_ Reglas son reglas.
Yael se paró y caminó sigilosamente hacia su víctima. Agarró sus manos para levantarlo. Acarició sus orejas y dio y ligero salto para besarlo rápidamente y dirigirse al suelo otra vez. Jess se sonrojó, confundido, quedó parado en la sala dando todo para reaccionar.
Los demás se sorprendieron. Yael estaba dudando de su decisión, que justificó con que las únicas chicas que habían eran su hermana, y la que le hizo el reto.
Pasaron las rondas, pasaron los minutos, y después de varias películas, snacks y juegos, se fueron a dormir. Por la mañana, desayunaron panqueques y al rato, comenzaron a buscar a cada uno. Mark fue uno de los últimos en irse, debido a la falta de necesidad o apuro.
_ ¿Te sientes bien?- Mark se giró hacia su amigo que estaba preparándose para ir al instituto.
_ Sí, mucho mejor ahora.
_ ¿Quieres que te acompañe hasta tu edificio?
_ No hace falta, gracias.
Los días se fueron volando, había pasado una semana y algo desde la partida de Mark. Amber se sentía mal, pero su madre peor.
Varias fueron las veces que el se cruzó con Nate, y ninguna de ellas respondió como creía que lo haría. Lo notaba más tímido, callado e introvertido, haciendo contraste con su gran ego y personalidad.
Con el tiempo, fue que Mark extrañó cada vez más a su familia, y lamentaba más su "error". Pero no estaba listo para volver a ver la cara de Josephine por ahora, por lo menos hasta ese día...
_ ¡Hola Nate! ¿Cómo estás?- el chico dió un respingo y se volteó.
_ ¡H-hola! Emm.. bien, ¿y tú?
_ Bien, ¿vives aquí solo? Creo que no lo pregunté antes.
_ No. Vivo con...- Una pausa notoria reposó en las palabras de Nate.-...mi padre. ¿Tú, vives con alguien o..?
_ Solo, soy oficialmente independiente.- Respondió Mark acompañando con una risita.
_ ¿Pasó algo en particular?
_ Bueno, tuve algunos problemas con mi madre, pero nada que no se pueda resolver, creo.
_ ¿Te trata mal?- Insinuó preocupado.
_ ¡No, para nada! Ella es...es- Lo frenó antes de que diga pueda decir algo más.
_ ¿Ella se preocupa por ti?- La mirada de Mark cambio de repente. Esa pregunta lo tomó por sorpresa.
_ Sí... Ella se preocupa de más.
_ ¿Te cuida y apoya cuando más la necesitas?
_ Sí, lo hace.- Demasiados pensamientos pasaron por su mente en aquel instante.
_ ¿Crees que la razón de tus problemas con tu madre fueron, en parte, tu culpa?
_ Sí, sé que lo son.
_ No soy nadie para decirte cómo actuar ni que hacer, pero aprovecha que estás con ella. Los conflictos parecerán siempre, pero es la forma en la que los enfrentamos lo importante. Yo no tuve la mejor relación con mi mamá, y cuando me dí cuenta, no pude perdonarme con ella más. Ella se fue, no puede regresar, y yo no puedo abrazarla ni decirle cuánto la extraño.
_ Nate... lo siento tanto.
_ Ahora más que nunca, puedes ir disculparte y arreglarlo, o quedarte aquí por el reto de tu vida y no enfrentarla como en el fondo quieres hacer.- Mark se quedó sin palabras, inspirado, se puso firme y se preparó para volver donde pertenece...