Cap 7: "𝐇𝐨𝐦𝐞"

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Con su mochila en la mano se fue corriendo hacia su destino

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Con su mochila en la mano se fue corriendo hacia su destino.
No sabía que iba a pasar ahora, o que iba a decir al llegar.
Cuando lo hizo, permaneció intacto en la puerta intentando respirar.
Tocó y Josephine atendió.
_ ¡Mark, cariño! — se abrazaron mientras lágrimas se presentaban en sus rostros. Perdieron la noción del tiempo en el que estuvieron con la puerta abierta. Se dejaron llevar por el abrazo.
_ ¡Te extrañé! — dijo él sollozando — ¡Lo siento! ¡No volveré a hacerlo! Lo juro.
_ Estoy orgullosa de ti. ¿Lo sabes, no?— lo besó en su pelo revuelto y despeinado. Acto seguido, volvieron a cerrarse sus ojos.
_ Pero, ¿por qué? Solo actúe como un tonto.
_ Porque estás aquí ahora, y eso es lo que me importa en este momento.

Al rato, tuvieron una conversación. Mark en ese momento creyó que había hecho algo estúpido, pero lo cierto es que fue necesario para darse cuenta de lo que estaba haciendo mal, y para cambiar su perspectiva.
Aprendió mucho en esos días, y su madre lo comprendió en todo segundo. Claro que lo castigó por menudo susto que le había dado, aunque él ya no tenía mucho problema por no salir de su casa por unas semanas.
Tal y como volvió a su casa, volvió a la escuela. Y volvió a ver a su hermana que se emocionó muchísimo al verlo. Se volvió a juntar con sus amigos en los recreos y retomó su vida como la había dejado hace una semana y 3 días.
Lo que si no volvió a ser como antes fue su relación con Nate. Hay que recordar que el no tenía ni la más mínima idea de que lo había besado borracho, y se estaba preocupando de más por el. Cómo anteriormente fue mencionado, lo notaba cambiado. No encontraba la forma de preguntarle: _¿Qué te pasa? ¿Estás bien?_. No lo había visto desde ese sábado en los pasillos del hotel; se estaba preguntando cuándo lo volvería a contactar. De hecho, se dió cuenta que no tenía su contacto y no podía comunicarse con el de otra forma que no sea presencial.
De todas formas, se sentía bien ahora. Más atento. Y por sobre todas las cosas, mucho más cariñoso con su familia. Aunque, siempre estaba _ese_ maldito sentimiento que se le pasaba por la cabeza todas las mañanas, tardes y noches. _Ese_ pensamiento que lo atormentaba. Que le generaba nudos en su garganta.

El otro día, antes de comenzar las clases, se enteró que su padre había cortado el crédito del celular que compartía con el y Josie para pasarse a otra promoción en un plan _"familiar"_.
Tenía miedo de que esté formando una familia. De que olvide todo lo que vivieron juntos, de que todo lo que pasaron y lo que Mark sufrió fue por nada. De que los reemplace. Que solo lo haya acompañado de pequeño para que finalmente se vaya y forme una familia funcional por ahí. Estaba enfadado con él, le quería decir mil y un cosas gritarle y llorarle, pero ni si quiera sabía si iba a estar en la misma casucha que antes o si se había mudado con una "nueva pareja" y sus "nuevos hijos", de los cuales tampoco sabía si existían. Pero tan solo pensarlo era aterrador.
De todos modos, el había vuelto, y no quería pensar en él todo el tiempo.
Una buena manera para no hacerlo, fue prepararse para juntarse con sus amigos como celebración por el regreso de Mark.
Se divirtió mucho y se distrajo como quería. Hasta el momento en el que se pusieron a hacer tarea rodeados por la música que sonaba en la radio, fue genial para el.
Se estaba haciendo tarde, y ya se estaban marchando todos.
Se quedó el junto a Yael que estaban conversando sobre la gran fiesta de Tommy.
_ Creo que ese juego me enloqueció. De veras no sabía lo mal que sabe el ron mezclado con cerveza. —confesó Mark.
_ Jajaja, pues lo dice el mismísimo cupido.— Mark se sorprendió y cambió la cara.
_ ¿De qué hablas? — Yael se quedó por un segundo recalculando lo que recientemente se le escapó de su bocaza.
_ Bueno, ya sabes. Tú y Nate.
Si antes tenía dudas ahora no sabía lo que significaba estar seguro de algo.
_ ¿Qué pasa con el?
_ Pues los vi besándose en la habitación de Douglas.
_¿QUÉ DIAB...

En ese instante, Cassie ingresó a la habitación e interrumpió su charla.
_ Debemos irnos ¡Gracias por invitarnos Mark! Siempre cuenta con nosotros.— se llevó a su hermano del brazo hasta la puerta. Mark los acompañó en silencio tratando de procesar la situación que le había brindado su compañero.

Se notaba distraído, siempre le pasaba ese pensamiento por la cabeza. Se preguntaba mil cosas sobre esa noche de las cuales no sabía si obtendría respuesta. Lo bueno es que no estaba viendo a Nate así que no fue incómodo para ninguno, hasta aquel día...
Habían organizado una pijamada. Mark tenía la mente en cualquier lado. Dirigiéndose con la cabeza agachada, casi se choca con la persona que lo estuvo atormentando por las madrugadas.
_ ¿Acaso estoy viendo a mí compañero de limpieza?
_ ¿Qué andas haciendo por aquí, Nate?— ahora no solo lo perseguía en sus pensamientos...
_ Pues vine a lo de unos amigos, ¿y tú?
_ Lo mismo— dijo entre carcajadas.—emmm.... ¿Nate? Quería preguntarte algo desde hace tiempo...
_ Cuéntame.
_ Es difícil decirlo... pero... ¿Te acuerdas de la fiesta de Tommy? ¿Sabes si, por casualidad, nos.... b-besamos?
_ S-si... pero... – de un azotazo se generó un silencio entre los muchachos.
_ ¡Chicos! Perdón por la tardanza
Tras dejar pasar a Mark, este notó un gesto extraño por parte de Cassie al saludar a su amigo. Lo besó en la mejilla, cosa que no pasó con él. Notaba algo anormal en ellos. Nate no la miraba de la misma forma que lo hacía a Mark.
Ingresaron al living (ya habían llegado todos), y se sorprendieron al ver a una persona desconocida, salvo Yael que ya lo conocía de la fiesta. De todos modos pasaron una linda tarde juntos. Jugaron juegos de mesa y prepararon galletas con chispas de chocolate.
A Jess se le desintegraba la masa, así que Yael decidió ayudarlo colocándose por detrás y moviendo sus manos, por encima de las de Jess,  quien estaba tan rojo como un jalapeño.
Mark estaba tímido. Evitaba tener que socializar con Nate de la misma forma en la que intentaba tener un minuto a solas con él.
Querían ver una película, y al no tener bebidas para sus snacks se organizaron para comprarlas.
_ Oye, Nat...— pronunció Cassie, interrumpida por Zair, quien se había dado cuenta de lo raro que estaba Mark con el chico nuevo. Interfirió para que puedan hablar sin incomodidad.
_ Oigan, ¿por qué ustedes dos no nos acompañan a nosotras hasta la tienda? Suelen querer cosas diferentes. — Argumentó rápidamente para que tenga sentido la razón de su pregunta.
Tal y como el plan de la joven, los muchachos se quedaron a solas, sentados en la alfombra del living.
_ Emmm ... ¿Nate?— Se giró hacia Mark para demostrar su atención— Sobre lo que te pregunté en la entrada...
_ No le des demasiada importancia.— respondió seco— Fue todo a causa del alcohol.
La cara del chico cambió de repente, como si le hubiese dicho que fue un error (cosa que más o menos pasó).
_ Y... cambiando de tema, perdón por preguntarlo tan directamente pero, ¿tú y Cassie, tienen algo? — La expresión de Nate pasó a ser un tanto divertida, con esa sonrisa de costado que formaba su hoyuelo que le daba tantas vueltas al estómago de Mark.
_ Tienes buen ojo. La idea era anunciarlo hoy, por eso estoy invitado. Tu eres un amigo cercano ¿no?
_ Sí, podría decirse que sí.
Tras unos segundos envueltos de incomodidad, Mark decidió cambiar de tema.
_ Sabes me he dado cuenta de que no tengo tu número de teléfono. ¿Me lo pasas?
_ Claro, aquí lo tienes.

Pasaron los minutos, y los adolescentes regresaron al hogar de Yael y su hermana.
Vieron una película de terror, y en cada escena de suspenso las manos de Mark y Nate se encontraban.
Cassie contó la gran noticia de su enamorado, que no parecía tan feliz.
Se acomodaron todos para dormir en colchones por el suelo. El de Mark se encontraba pegado al colchón de Nate.
De hecho, tan juntos que en un movimiento en el que Mark se acomodó, sin saber cómo llegó, aterrizó en el cuerpo del muchacho. Durmieron la noche acurrucados.

Se levantaron por la mañana y desayunaron las galletas que quedaron de la noche.
Mark estaba desconcentrado, pensaba en lo que había hablado el día anterior con Nate. No estaba seguro de sus sentimientos, era todo confuso en su mente.
Su corazón latía fuerte cada vez que se acercaban.
Se sonrojaba cada vez que pensaba en él.
Le costaba verlo como solo un _amigo_, sin embargo, nunca había sentido algo así antes.
No era tonto, sabía que era diferente a otras amistades. Porque no pensaba ni sentía las mismas cosas que con él. Además, no creía que solo lo había besado porque estaba ebrio, debía ser por algo más.
Pero, si en verdad le gustaba... estaría enamorado del novio de su amiga.
Se sentía mal por ello, la culpa invadía su ser...

Bᴇᴀᴜᴛʏғᴜʟ sᴏɴɢ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora