❞ ℍ𝕖𝕞𝕠𝕣𝕣𝕒𝕘𝕚𝕒 𝕗𝕖𝕞𝕖𝕟𝕚𝕟𝕒 ❞

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Era una fría mañana de invierno, los pájaros recién empezaban a cantar y aún el sol apenas se estaba asomando en el horizonte. Ella era la única despierta en ese momento, pero no porque sea una persona mañanera, se había despertado cuando sintió un fuerte dolor en su zona pélvica, eran tan doloroso que la obligó a salir corriendo al baño sin siquiera pensar en abrigarse y dejando su cómoda cama junto a su pareja.

En ese momento se encontraba en el baño, sentada en el inodoro esperando y deseando que esos dolores desaparecieran de una buena vez, hasta que en un momento el dolor de a poco se volvió una leve incomodidad junto a un sentimiento de puntada.

Ya un poco más aliviada, decidió levantarse cuando vio algo horroroso en el agua dentro del inodoro y en el papel higiénico que usó, sangre. Asustada, grito despertando así, al resto de los inquilinos de la casa.

Vio para abajo, cómo aún sangraba, y ademas a montones. Se agarró de su sedosa cabellera, temiendo ya lo peor. ¿Se estaba muriendo? ¿Alguna clase de infección rara? ¿¡Y si era cáncer!? No, no, no, no podría ser, era una persona completamente sana, ¿Se tratara de que heredó algo de su familia o una cosa así? No lo sabía, pero rogaba que no fuera el caso.

En eso escucho como frenéticamente tocaban la puerta.

— ¡Tam! ¿¡Estás bien!? ¿¡Que paso!? – le pregunto su novia, Tori, y a la vez oyendo los murmullos preocupados de sus amigas Ell y Matilda. – ¿Podemos entrar?

— Tori...

— ¿¡Si!?

— Creo que...– su voz se quebró haciendo que la de cuernos se preocupara más. – me estoy muriendo.

— ...¿Qué?

— ¡Me estoy muriendo! – está vez grito ya desesperada y muy asustada. Ell y Matilda la escucharon, querían entrar, pero Tori las detuvo. No le gustaba que las personas entraran a lugares, como el baño, sin pedir permiso.

— ¿Podemos entrar? – pregunto nuevamente, intentando mantenerse calmada.

— Solo vos, Ell y Matilda no...es algo vergonzoso. – Tori, ahora con más curiosidad que miedo, entro dejando a la pelirroja y a la castaña oscura afuera. En cuanto entro, vio a su novia con la cabeza entre sus dos manos, sentada nuevamente en el inodoro.

— Cariño, ¿Que sucede?

— Estoy sangrando de...ahí abajo. – le comento mostrándole el papel totalmente manchado de aquel liquido rojo. La de cabello color caramelo solo lo vio y empezó a reírse.

— ¡Oh! ¡Eso! ¡Ha ha ha! – esa reacción dejo perpleja a Tamara, quien rápidamente arrugó su rostro mostrando su enojo, por todos los santos astros del fútbol argentino, ¿Que mierda tenía de gracioso ver a su pareja sangrando y muriéndose? – ¡No te está muriendo, querida! ¡Ha ha ha! ¡Esto explica mucho!

— ¿¡Estás ciega o no te llega el agua al tanque!? ¡¡Te acabo de mostrar incluso que estoy sangrando por una zona en la cual no debería sangrar pedazo de subnormal de tu re putísima, renegrida y mal parida madre!! – le insulto, contrastando bastante con sus risas escandalosas.

— ¡Chicas! ¿Por qué gritan? ¿Qué pasa? – pregunto Ell desde afuera, asomandose un poco de la puerta.

— ¡Ha ha ha!...Ay, ay, no es nada Ell, es una confusión de mí pendejo bombón de quaker. Está bien, no se preocupen. – este comentario dejo confundida a Tamara, ¿Confusión? ¿Cómo que confusión?

— Oh...¿Necesita algo entonces? – dijo está vez Matilda.

— Unas toallitas nocturnas y posiblemente un paracetamol.

◇⃟̣̣⃕☕ᰥ𝑂𝑛𝑒-𝑠ℎ𝑜𝑡𝑠 ⚘꫶̣݄ꪳ݊[multifandom]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora