Una misteriosa enfermedad se desató en todo el mundo, haciendo que los humanos muten y llegando a cambiar el orden de todo, no se sebe mucho de la enfermedad ni lo que hizo que esta llegara...solo se sabe que es peligrosa, y que cambia la vida de qu...
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Había pasado alrededor de dos semanas de haber vuelto a la escuela, cada vez parecía más normal afrontar el nuevo mundo que rodea a nuestros pequeños amigos, bueno en algunas cosas y otras no, sin duda las cosas habían cambiado mucho, en este momento se llevaba a cabo una reunión en el templo donde solían reunirse todos ellos, la razón era verdaderamente preocupante.
Hace unos cuantos días un grupo de alfas había golpeado brutalmente a unos integrantes del cuarto escuadrón a cargo de Smiley, cosa que causó que el pequeño chico de cabello chino se molestara, había sido inclusive en su territorio y en este momento él y su gemelo sentía en asido en la garganta, nadie podía tocar a gente de su escuadrón y salir ileso, o al menos ese fue el comentario que ambos hicieron, pero no eran los únicos la mayoría de los presentes estaban igual de molestos, sobre todo el chico de ojos negros y cabello rubio líder de la Touman.
Después de al rededor mes y medio del examen de género Mikey había notado que desarrolló un sentido de protección hacia toda su pandilla, incluyendo a los alfas pero mayormente con los omegas del grupo, Wakasa le había explicado en una de las tantas visitas al hospital que era porque los veía como sus cachorros y sentía que debía protegerlos, era algo normal aunque no dejaba de ser raro, al mismo chico leopardo le pasaba lo mismo con Sanzu y Senju, a pesar de no ser sus crías los quería como tal, además de también veía así a Mikey y a sus hermanos cde esa manera, era un lazo que se forma sin darse cuenta.
—¡Esto no se va a quedar así! — gritó el líder del cuarto escuadrón, Nahoya estaba molesto su sangre hervía pues cinco de sus subordinados estaban en el hospital, con heridas significativas.
—¡Tenemos que darles su merecido! —Mencionaba Peyan, mientras apretaba sus puños.
—¡Esto no se quedara así ! —Mencionó el chico de cabellos azules sub capital del segundo escuadrón—¡Hay que pelear!
—Cálmate Hakkai... —Mencionó con voz tranquila el pelo lila, que se había abstenido de hablar hasta el momento, recibiendo una mirada del alfa de '' Sabes que tengo razón Taka-chan". Y si la tenía, pero había que pensar en este momento con cabeza fría claro está.
—¿Qué piensas hacer Mikey? —Se escucho la voz del segundo al mando de la Touman, Draken había dirigido la palabra al chico de cabellos alborotado que se encontraba sentado en las escaleras del templo, analizando todo.
—...—No hubo respuesta, simplemente se levantó de donde estaba—... Bueno verdaderamente no pienso dejarlo así... Nadie pues meterse con la Tokyo Manji y pensar que se quedara así... Sin embargo, no sabemos quién fue y si son o no una pandilla, lo mejor será que estén alerta y traten de conseguir información... Cuando sepamos quién fue será el momento... La Touman ira a la Guerra contra esos infelices... Los haremos pedazos... —Dijo por último para para subir las escaleras dejando a los demás voceando el grito de guerra a todo pulmón, analizando un poco más entro en la posibilidad de que solo fuera un alfa el que arremetió contra los betas, pero lo duda mucho.
