Una misteriosa enfermedad se desató en todo el mundo, haciendo que los humanos muten y llegando a cambiar el orden de todo, no se sebe mucho de la enfermedad ni lo que hizo que esta llegara...solo se sabe que es peligrosa, y que cambia la vida de qu...
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Ran es muy tranquilo, cierto...
Ran se sabe controlar, verdad...
Ran sabe que no puede golpear a la persona que le gusta... Creo...
Pero los gritos que Nahoya está poniendo ya le andan colmando la paciencia. El mayor de los Haitani suele dormir mucho y no le gusta que lo molesten en ese momento, porque para él, el sueño es sagrado y no se debe de profanar llegando a golpear su puerta y pegar de gritos. Si bien son la 4 de la tarde eso no quiere decir que aplique diferente, a él le gusta dormir y ese placentero estatus se ha vuelto interrumpido por el chico de melena rizada, muy a su pesar fue a abrir la puerta y el pequeño torbellino entró a su casa haciendo un millar de preguntas sobre el paradero de su hermano y a la vez insultando al suyo. Ran apenas tenía abiertos los ojos y no entendía muchas cosas, pero se pone de mal humor cuando lo despiertan, eso hasta el mismo Rindou lo sabe y prefiere mil veces dejarlo en paz que tanta a su suerte. Vestido con ese suéter blanco enorme que suele usar para dormir y sus pantalones holgados negro se queda en el marco de la puerta mientras escucha como Nahoya va de aquí pata haya en la sala y habitaciones. Pidiéndole clemencia al cielo decide emprender marcha hacia haya antes de que le rompa algo.
El de cabellos alborotados ha pasado cada rincon del lugar y es más que obvio que Souta no está ahí, Nahoya tiene los nervios de punta pues hoy cuando revisaba la ropa que la aria en una de las chaquetas de su hermano ha encontrado una nota. Si bien el gemelo de melena azulada no le dijo nada, esto bastó para que el instinto de protección de Smiley saltará hasta la luna y se pusiera a buscarlo como loco, pero él no estaba en casa y sabía perfectamente a que se debía. Una vez su hermano este con él y a salvo va a golpear a ese miope hasta cansarse de eso está seguro.
Aprieta los dientes cuando se queda en la sala refunfuñando, Ran aparece y Nahoya es consciente de algo...si bien las otras penas tienen los ojos abiertos, tiene el cabello despeinado y suelto con la cara hecha un lío por dormir tanto, además que este descanso y la ropa le queda enorme, cuando este se taya los ojos para verle mejor. El de cabellos esponjoso sacude la cabeza, pues se ha dado cuenta que se le ha quedado mirando más de lo que debería.
—Bueno... —Habla entre bostezos— Aunque me agrada que estés de visita... Ya te fijaste que ni Souta y ni Rindou están aquí... Así que, si no es mucha molestia, voy a volver a dormir...
—Son las 4 de la tarde... —Expresa aún molesto, Ran tiene el impulso de preguntar cómo es que si él es el que se la pasa sonriendo es más amargado que el propio peli azul, pues aquel apesar de su cara sería o ceñida no tiene ni una pizca de ser como Nahoya. Pero se limita a encoger los hombros y emprender su caminata—¡Oye tu! —Expresa molesto siguiéndole— ¿A dónde crees que vas?
—A dormir... —Expresa sin ganas abriendo las puertas de su habitación. Llendo hasta la cama y dejándose caer en esta, si son las 4 de la tarde, pero para el son las 5 de la madrugada.
