⌘T3_CAPITULO NUEVE... A TU MERCED⌘

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Kazutora pensó que después de salir del reformatorio las cosas serian relativamente tranquilas, quitando el hecho de que quería matar a Mikey y esas cosas, después del incidente de la pelea en la que todo dio un vuelco de 180° a su vida, la paz de...

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Kazutora pensó que después de salir del reformatorio las cosas serian relativamente tranquilas, quitando el hecho de que quería matar a Mikey y esas cosas, después del incidente de la pelea en la que todo dio un vuelco de 180° a su vida, la paz del momento fue la mejor, esas semanas con sus amigos y en sus secciones podrían valer oro. Y no, ahora en este momento en este preciso instante. Parece una broma de mal gusto, para él y para todas las personas de su división, en un segundo todo se le fue de las manos cuando un grupo de personas llego, no hubo tiempo de reaccionar. Los golpes cayeron sobre ellos, solo le dio un tiempo para avisar a Mikey de que había sido descubiertos, intentando con los ex miembros de Vallhala contener a esa perrada que les llego por la espalda.

Pero los juegos sucios parecen ser el fuerte de ellos, porque cuando comenzaron a atacar con navajas y trucos sucios la ventaja de la división seis se fue a la mierda. Cuando los golpes con bates caen sobre la cabeza de sus subordinados Kazutora siente el pánico en traten él. Una vez más repite en su cabeza que todo hubiera sido más tranquilo si no se involucrara.

Pero no, sólo el el calor del momento que lo tiene así, toma fuerza para quitarse a alguien de encima de una patada, distinguiendo una figura que se aleja del grupo. Posiblemente un informante, si ella llega con los demás está claro que el plan fracasará. Así que fuerza sus piernas a ir tras ella, tomando el pedazo de metal que ha ganado en la pelea anterior.

Valla que es rápida, cruzando los árboles intentando alcanzarla parece una tarea muy difícil. Es más, algo anda mal y lo sabe, porque quien va delante de él está corriendo en una línea aparentemente diagonal. Como si ya supiera a donde se dirigen. Kazutora evita pensar de más, pero al momento en que la lluvia arrecia la ha perdido de vista. Si, voltea para mirar a su alrededor tirando sobre sus talones, mientras intenta oler algo. No, no hay rastro de quien busca. No hay nada.

Hasta que una tacleada le cae de lleno tirando lo al suelo. Rodando unos metros por una cuesta hasta llegar a la orilla de la que parece ser una laguna.

—¡No podrían quedarse fuera de esto perra! —El grito le llega al igual que una patada en las cosillas que le saca el aire. La voz femenina es más fuerte de lo que cree. Es un alfa.

El chico levanta la cabeza mientras el cascabel suena y un nuevo golpe le cae justo en la cara. El olor es distinto, se siente como algo picante, pero no sebe con destreza saber que es. Kazutora toma con anticipo el pie que le propina una nueva patada y lo jala. Haciendo que la alfa de caiga al suelo. Dándole tiempo de inmovilizar la contra el suelo. Pero sin lastimarla de más.

—¿Quién mierda eres tú? —Su voz suena entre cortada por los. Golpes y el agua que cae sobre su rostro. Y es que está seguro de haber visto a esa chica alfa entes. En algún lugar, está seguro. Sus restos y cabellos entre negro—castaño es algo que recuerda, pero no sabe de dónde.

La mujer le gruñe mientras que sube las manos apretando su cuello, Kazutora siente la falta de aire y un nuevo forcejeo se forma. El presionando su tráquea con su rodilla y ella apretando le el cuello con las manos. En un modo desesperado de someter al otro. Pero Kazutora está en ventaja. Lo sabe cuándo el agarre en su cuello se debilita. En pocas palabras se están asfixiado mutuamente.

AFTER  ROUSE (TOKYO REVENGERS OMEGAVERSE)(TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora