À travers mes yeux. ♡KookMin✩

La clara diferencia.

-JungKook? Eres tú?

-No, mamá, es un ladrón que casualmente encontró mis llaves tiradas y sabía a qué casa ir.

-Como te fue con el registro para el concurso?

-Pues…

-Mal?

-Si y no. No tenía un tema.

-Ay hijo, lo siento mucho.

-Pero!

-Oh, hay un pero?

-Hoy me topé con JiMin.

-Quien es JiMin?

-Es el más popular chico de toda la ciudad. Es rico,es popular y listo. Es la receta perfecta para el desastre.

-No estoy entendiendo. ¿Harás una película de un alfa de tu escuela?

-Haré un documental sobre su vida, sobre su campaña para rey del baile, lo que hace comúnmente después de la universidad.

-... Hijo.

-No te preocupes mamá, será el mejor documental de crítica hacia la realeza escolar. Todos deberían darse cuenta de que personas como JiMin solo saben usar las tarjetas de crédito de sus papás y usar a los demás a su antojo.

-JungKookie, no creo que sea una buena idea. Por más materialista que sea, debajo de todo eso hay una persona que siente.

-Ya lo veremos.-

Intentando cambiar de tema, la señora Jeon pidió que fuera a cambiarse para cenar.

་༘࿐ೢִֶָ

Mientras se arreglaba por la mañana, JiMin no pudo evitar descolgar el viejo traje que guardaba en el closet de su habitación como su mayor tesoro.

Se giró hacia el espejo de cuerpo entero y lo sobrepuso, viendose.

Ese fue el traje que usó su papá en su último cumpleaños juntos, dos meses antes de que él falleciera.

Para ese entonces ya estaba en depresión y aunque trataba de verse normal por su hijo, había perdido casi la mitad de su peso porque no comía.

Ese traje era el que JiMin quería usar en el baile de graduación.

-Que opinas?- preguntó a HoSeok con quien hacía videollamada.

-Es hermoso. Cuando lo compraste?

-Era de mi papá. Aunque no entiendo como era tan delgado. Por más que hago ejercicio, voy al sauna y como solo una vez al día, no logro entrar.

-Tienes un trasero muy grande, habías pensado en eso?

-Cierto. El único parecido con 'la señora Park' que tengo y debía que ser ésto.

-Debo colgar, mi mamá me llama.

-De acuerdo, nos vemos más tarde.-

La mayor, que había pasado por la habitación, lo vió mirarse en el espejo. Era igual a su esposo.

Tenía la misma edad que cuando se conocieron en la compañía en la que ahora ella era Directora general, cuando el señor Park era un pasante apenas.

Sabía que JiMin lo extrañaba aún más en esa época del año, cuando se acercaba el aniversario luctuoso.

Ella nunca pudo ver que lo que su hijo necesitaba no eran las tarjetas de crédito, las niñeras y los regalos hasta que intentó quitarse la vida. Ahora parecía ser muy tarde para mejorar la relación, por más que intentaba.