À travers mes yeux. ♡KookMin✩

Besos, citas y vacíos.

-Hogar, dulce… wow! En serio vives aquí?- preguntó JungKook al ver la casa del omega.

-Uhum.-

La última semana había estado llevándolo antes de su turno en el trabajo. 

-Es bonita.

-Gracias por traerme, no era necesario.

-Bueno, después de que me preguntaras por donde pasar la tarjeta de crédito en el autobús, no podía permitir que viajaras solo.

-Oye… ¿te gustaría pasar un momento?

-Claro.-

Bajó del auto y enseguida encendió su cámara, filmando sin querer el trasero del menor un par de segundos.

-Lunas!

-Qué es?

-Oh, nada… Y, tu mamá está trabajando?- preguntó al entrar a la mansión.

-Eso supongo.

-¿Y tu papá?-

Lo vió sonreir triste a la cámara antes de tornarse serio.

-... Mi papá murió hace un tiempo.

-Ouh. Lo lamento mucho.

-Si, yo tenía 4 años. No tengo muchos recuerdos de él, pero sí que me hace falta.

-Lo siento. No debí preguntar.

-Está bien.

-Mh… y tu mamá  a que se dedica? No hace nada ilegal, verdad?- preguntó viendo todo lo que había al interior de la casa.

-No, ella es dueña de varios inmuebles en la ciudad y tiene su propia compañía inmobiliaria. Así que siempre está trabajando o saliendo con alguien.

-Si, mi papá vive en Busan con la que era nuestra vecina y sus nuevos hijos.

-Que bien. Al fin tenemos algo en común.

-Que?

-Ambos sólo tenemos un padre.

-Si…

-Te gustaría comer algo? ¿Helado tal vez?

-¿No estabas a dieta?-

JiMin tomó un bote de helado del congelador y lo sirvió en una copa.

-Yo no lo comeré. Mamá siempre llena la nevera de helado y pizzas congeladas pero yo no como nada de eso.

-Por qué es tan importante estar a dieta? Estás demasiado delgado, no creo que necesites eso para ganar.

-Acompañame.- pidió el menor.- Y cuidado con el helado, la alfombra es muy costosa.-

Bien, volvía a ser el mismo JiMin. Ya había empezado a preocuparse.

-¿A donde estamos yendo?

-A mi habitación.

-Tu ha~habitación?

-Ni te emociones, jamás pasará.

-Emocionarme? Yo? Queee?

-Deja de usar ese tono tan molesto. Pasa.

-Tienes una habitación bonita. Te gusta el orden, eh?

-Ven aquí.

-Querías enseñarme tu armario?

-Ves eso?

-Ese traje?

-Si.

-Es de diseñador también?

-No. Era de mi papá. Yo… desde que tengo memoria siempre he querido usar ese traje para un momento importante, pero no me queda. Por eso no como. Necesito entrar en él aunque sea lo último que haga.