À travers mes yeux. ♡KookMin✩

Perfección...

16 años mas tarde…

Ese día, por alguna razón, JungKook tuvo que salir de 'la ratonera' donde siempre se escondía en los recesos, con sus amigos.

Pasar desapercibido era su mayor meta en la vida escolar, además de ganar el concurso anual de filmes independientes que hacía la universidad.

Participaba todos los años pero no había conseguido ganar aún, a pesar de estar en la carrera de radiodifusión y entretenimiento.

Por eso pasaba su tiempo en aquel cuarto de apenas 4x4 metros, donde los profesores guardaban los proyectores y las computadoras de escritorio con los programas necesarios.

El pelinegro caminaba sin ser realmente notado por los demás estudiantes, hasta que lo vió.

El más popular y perfecto chico que había conocido el campus.

Era tan perfecto que siempre había alguna nota de él en el periódico escolar acerca de su nuevo look, de sus nuevos zapatos de diseñador, de sus notas altas, de su espacio en el estacionamiento justo al lado del espacio del director.

Todos querían saber de su vida. Era como Regina George o Sharpay Evans.

-Hola, JiMin.

-Hola…-

Todos intentaban saludarlo a su paso por el corredor.

Incluso los ex alumnos sabían quién era, aunque muy pocas personas tenían la dicha de poder siquiera cruzar un par de palabras con él.

Y obviamente JungKook no era de esos privilegiados.

El omega siempre estaba con sus amigos YoonGi (beta) y Jin (omega).

Y obviamente rodeado de nadadores, jugadores de americano y alfas del departamento de pesas como ese WonHo (su novio) y sus amigos, que lo seguían a todos lados como perros.

Los odiaba a todos por tener la oportunidad de compartir con él aunque fuera un momento del día.

Él, con Park JiMin, tenía una 'relación' de amor-odio.

Le gustaba, quería acercarse, quería besarlo.

Pero también odiaba la forma en que personas como sus 'amigos' hacían bullying a los rechazados sociales como él.

A personas que no llegaban a su estatus social o económico, mucho menos sabiendo que JungKook era una lacra estudiantil.

Se dormía en las clases, tenía malas calificaciones, trabajaba después de la universidad en un Radioshack, su mamá trabajaba en una tienda de conveniencia para solventar los gastos luego de que su papá los dejara por la vecina cuando él tenía 13.

No tenía siquiera una mínima esperanza de ser notado por él.

Pero…

*Sonido de golpe de lámina*

-Oye idiota, fíjate por donde caminas!- le gruñó un chico al alfa, tras literalmente cerrarle la puerta del casillero con su cara.

Todo por ir viéndole los muslos… Ehem… los jeans nuevos a JiMin.

Claro, porque podía ser un geek pero no un pervertido!

Y fue entonces que su mirada avergonzada chocó con la de JiMin por un micro segundo, con el silencio de fondo. Fue el momento más increíble y aterrador de su vida universitaria.

Pero eso no duró mucho, porque enseguida empezó a reírse de él, viéndolo en el suelo, con la cara roja. Y su séquito de alfas tarados lo secundaron.