Kal Hijo de Odín

Capítulo 21 - La locura de un hermano (4)

Capítulo 21 – La locura de un hermano (4)

( Asgard – Royal Training Yards -2010 )

Con la partida de Loki, Kal sabía lo que debería haber hecho, realmente solo tenía dos opciones. O podía confiar en Loki, arrojar a sus amigos a las celdas por conspirar contra el rey y mantener a todos los demás a raya hasta que su hermano regresara de Jotunheim. O podría reunir a sus amigos, llamar al ejército que estaba reuniendo, apoderarse del palacio y reemplazar a Loki para que pudiera solucionar el lío que estaba sucediendo. Sin embargo, Kal actualmente no estaba haciendo ninguna de esas cosas, después de que Loki se fuera, Kal se quitó su equipo de guerra y simplemente no hizo nada más que retirarse a un lugar familiar de refugio, el antiguo patio de entrenamiento real.

Un lugar en el que Kal no había estado en mucho, mucho tiempo.

Kal estaba sentado en el mismo banco que a menudo había compartido con sus hermanos y sus amigos mientras crecía, mirando el patio ahora vacío, casi podía escuchar los sonidos de los juegos que solían jugar. Podía escuchar a Thor declarando la victoria, a Sif jadeando mientras entrenaba, la risa de Loki, los Tres Guerreros compitiendo e incluso a su viejo y difunto amigo Haldor hablándole.

El último recuerdo hizo que Kal suspirara y disipara los recuerdos, esos días ya se habían ido y parecían tan lejanos que podrían haberle sucedido a otra persona. Thor fue desterrado, Loki había tomado el poder, Sif y los Tres Guerreros estaban casi tramando un golpe y Haldor había muerto hacía mucho tiempo, la razón principal por la que él y otros evitaban este lugar ahora, demasiados recuerdos.

Los recuerdos de Kal hicieron que olvidara el hecho de que ya no estaba solo en el patio de entrenamiento, ni siquiera notó al intruso hasta que se sentaron a su lado. Se volvió hacia ellos y vio un rostro muy familiar.

"Por favor vete, no estoy de humor para compañía". Kal suspiró mientras volvía a mirar el campo vacío que tenían ante ellos.

"Bueno, eso es una lástima, ya que estoy de humor para la compañía" Lady Sigyn habló en voz baja con su voz tan elegante y regia como siempre.

Donde los años habían hecho a Kal alto y poderoso, simplemente habían hecho a Sigyn más hermosa y elegante, ahora era verdaderamente una diosa. Ella también había crecido en poder, irradiaba una refinada elegancia y gracia que la convertía en objeto de mucha admiración y deseo, ya que había pocos hombres en Asgard que no desearan su mano. Sin embargo, los años habían cambiado mucho entre ellos, la incomodidad de su cortejo forzado y las sugerencias de su madre habían sido abandonadas hacía mucho tiempo y, aunque muchos susurraban sobre los dos, Sigyn y Kal ahora eran simplemente buenos amigos.

"Sigyn, por favor, estoy tratando de pensar", dijo Kal deseando paz y soledad mientras decidía lo que iba a hacer.

"Realmente, me parece que te estás escondiendo". La voz de Sigyn era contundente con su honestidad, un rasgo que había desarrollado durante mucho tiempo al tratar con Kal, que la mayoría de las veces apreciaba, ya que lo mantenía concentrado y alerta.

Sin embargo, hoy no era uno de esos momentos, él le dirigió una rápida mirada con la esperanza de que la convenciera de su deseo de estar solo, pero no hizo nada para desalojar su amable sonrisa amistosa o alejarla de su presencia. A pesar de su evidente molestia por su declaración, no respondió más a la honestidad contundente de Sigyn, lo que supuso que significaba que él sabía que ella tenía razón.

"Entonces, ¿qué hace que Kal Odinson, el gran líder de los hombres, el feroz príncipe guerrero, la pesadilla de los dragones oscuros y los hombres malvados en todo el cosmos se esconda ?" Sigyn preguntó retóricamente, con una sonrisa juguetona en su rostro.