Kal Hijo de Odín

Capítulo 51: Un ESCUDO roto (4)

Capítulo 51: Un ESCUDO roto (4)

( Omega- Clearance Level SHIELD Black site – Presa hidroeléctrica abandonada, Washington DC – 12 de enero de 2014 )

"Conoces a Lex, estoy un poco sorprendido de verte aquí. Pensé que serías uno de los primeros en inscribirse en el nuevo orden mundial de Pierce". Nat miró al hombre calvo que caminaba junto a María mientras se adentraban más en el sitio oscuro al que habían sido convocados. "Eras bastante amigo del chico y no sientes ningún amor por SHIELD".

"Cálculos, señorita Romanoff, cálculos", respondió Lex sin mostrar signos externos de que las palabras de Nat lo estuvieran molestando. "No negaré que tenía cierto conocimiento de la facción de Pierce, aunque no sabía su verdadero alcance. Mis relaciones con ellos eran mutuamente beneficiosas, y antes de que me asignaran el papel de villano. Les recordaría a todos aquí hasta Hace unos días, felizmente trabajé para ellos o también con ellos, incluido el dios".

Kal se burló de ese punto en particular, pero no negó la afirmación de Luthor. Aunque mientras miraba al mortal calvo, Kal no pudo evitar sentir la misma sensación que solía tener con Loki. Todo lo que escuchaba, aunque cierto, estaba siendo filtrado a través de mil lentes diferentes al estar mezclado con medias verdades.

"Entonces, ¿por qué romper esa relación?" Nat respondió, sin molestarse en mantener la acusación fuera de su voz.

"Porque a pesar de lo que puedas pensar, y lo que otros crean, soy individualista de corazón, creo en el autodeterminismo y en forjar el propio camino". La voz de Luthor era tan honesta que hizo que incluso María mirara al hombre, escépticamente no acostumbrada a escuchar el tono de Lex. "HYDRA trata sobre el control absoluto, que es terriblemente estrecho de miras".

"¿Por qué?" La voz de Kal hizo que todos se sobresaltaran un poco cuando Lex se giró a medias para mirar al dios con una sonrisa.

"Porque el caos, la aleatoriedad, la libertad es el motor del progreso y el avance. Sin caos, el mundo se detiene y la humanidad nunca alcanzará el lugar que le corresponde en el cosmos". Lex se volvió hacia el corredor que tenía delante cuando llegaron a las puertas que conducían a la sorpresa que los esperaba. "Y tengo la intención de ver avanzar a la humanidad "

"Eso es genial y todo, pero, um, todavía tenemos el pequeño problema de las naves asesinas gigantes que se lanzarán mañana y matarán a todos". Olsen intervino tosiendo mientras tomaba la retaguardia con Sam, ambos hombres sintiéndose un poco fuera de lugar entre las leyendas frente a ellos. "Entonces, ¿tenemos un plan real?"

"Lo hacemos, pero será mejor viniendo de él", respondió María sin mirar al agente subalterno cuando llegaron a las pesadas puertas dobles de acero al final del pasillo.

Antes de que alguien pudiera preguntar quién era "él", María colocó su mano en una almohadilla, lo que provocó que las puertas se abrieran y revelaran un quirófano improvisado. En el centro de la habitación, apoyado en una cama, estaba el mismo Nick Fury, el hombre tuerto y con un solo brazo sonrió levemente y saludó con la mano mientras todos lo miraban. Nat no perdió tiempo en superar su conmoción y entrar a la habitación, lista para gritar, golpear o abrazar al hombre, y no estaba segura de quién iba a ganar. Nunca se enteró, ya que de repente encontró su camino bloqueado por una mujer rubia en silla de ruedas, vestida con una bata de laboratorio.

"Está bien Doc, ella es una amiga". Fury logró jadear mientras el médico discapacitado miraba a Nat, haciendo un gesto para que el grupo se acercara.

"Sí, claro, solo ignora el consejo del único profesional médico en la sala". La Doctora levantó una mano y sacudió la cabeza antes de girar de nuevo hacia Fury revisando sus signos vitales mientras caminaba. "Pero si tiras de otra puntada, puedes recomponerte".