❝¡Dios mío! ¿Te conozco? Creo que me encontré con el diablo❞
𝐕𝐞𝐧𝐞𝐜𝐢𝐚 𝐋𝐨'𝐌o𝐧𝐚𝐜𝐨 𝐀𝐧𝐠𝐞𝐥𝐥𝐢𝐧𝐢, principal heredera del Imperio Perséfone, comete una gravísima equivocación que trae como consecuencia unas vacaciones en Corea del Sur...
Esa respiración Es tan confusa ¿Qué debo hacer? No lo entiendo
BREATHE de Lee Hi
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NOTA: mención de drogas y temas delicados
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Los siguientes días no tuvo ánimos para nada.
Estuvo encerrada en su habitación sin responder llamadas ni recibir visitas. Transcurrieron cuatro días después de la fiesta, aunque hubo personas intentando contactarla para preguntarle cómo estaba, no consintió obligación alguna en responderles. Choi Young Do incluso intentó varias veces entrar, pero nunca pudo; él mismo sentía cierto rechazo tras los duros acontecimientos. Apenas se hablaba de otros temas: Eun Sang y Tan eran primicia, así como el oscuro pasado de Venecia Lo'Monaco Angellini. Nadie los callaba.
Massimo inspiró profundo, mirándola.
— ¿Estás segura de querer ir? —inquirió su padrastro—. No es necesario que te gradúes ni mucho menos continúes con tus estudios, por lo menos tómate un descanso. Posiblemente, hay muchos rumores sobre ti.
— No puedo quedarme toda una vida ocultándome, ¿o sí?
— Mira, querida, quisiera mentirte, pero no puedo. Feliciana no estará contenta si avivas tales difamaciones. Me encontré al muchacho varias ocasiones, creo que se llamaba Young Do; los adolescentes son crueles hablando sobre ti, buscando hacerte sentir mal.
La italiana enroscó un mechón entre sus dedos, dándole vueltas.
Había vivido con tantos rumores toda su vida que nada importó. Sin embargo, estar sentada cómodamente dentro de la habitación difería bastante del acoso académico, y podría resultar tedioso. Massimo intentaba hacerla entrar en razón, quedarse en el hotel.
— Sé que quieres protegerme; te lo agradezco. Pero sencillamente quedarme de brazos cruzados empeorará los acontecimientos. Vivir humillada tampoco parece entretenido, Massimo.
— Venecia, deberías quedarte aquí. No vayas.
Pero ella no quiso oírlo.
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