❝¡Dios mío! ¿Te conozco? Creo que me encontré con el diablo❞
𝐕𝐞𝐧𝐞𝐜𝐢𝐚 𝐋𝐨'𝐌o𝐧𝐚𝐜𝐨 𝐀𝐧𝐠𝐞𝐥𝐥𝐢𝐧𝐢, principal heredera del Imperio Perséfone, comete una gravísima equivocación que trae como consecuencia unas vacaciones en Corea del Sur...
La adrenalina fluye en mis entrañas, sabes Olvidé todo el dolor, ¿verdad?
ADRENALINE de Aalia
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NOTA: Venecia está fuera del país; habrá otra perspectiva de personajes
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— Fingió demasiado bien esta tarde. Habría imaginado cualquier cosa, menos encontrárselo y reconocerlo como padre de Young Do, con quien presuntamente tiene una relación amorosa. Usted no habló porque Feliciana Angellini pensó en casarse con él. Dígame, ¿por qué rompió aquel compromiso cuando iba tan bien? —prosiguió.
Venecia cerró los ojos, evitando hacer correr lágrimas.
Naturalmente, a él no le importaba presenciar un quiebre emocional; además, ella tampoco buscaba atravesar un momento así. Solo miró tranquilamente por los inmensos ventanales, admirando cómo caía la nieve, hermosa y etérea, ajena a problemáticas humanas. El invierno siempre había sido su estación favorita.
— Feliciana... descubrió que el señor Choi cometía fraude, además de haber sido catalogado como maltratador contra su exesposa. —no pudo retener esa información, salió sola, como si buscase desahogarse en el momento apropiado—. Luego, cuando conoció a Kang Massimo durante una fiesta empresarial, también se reencontraron, y eventualmente decidió invitarlo a su boda. Él, él parecía enfurecido porque seguía amándola. Pero ¿quién habría pensado que iría contra mí?
— ¿No es obvio? Quería destruir lo que más amaba Feliciana en este mundo, a usted. —se cruzó de brazos drásticamente.
— Y rompió nuestra relación. Nos veremos en el cumpleaños de Tan, cuando sea anunciado nuestro compromiso; si es que todavía pretende matrimonio, señor Kim. —Venecia no quería oír más, así que terminó incorporándose para abandonar el restaurante sin mirar atrás, olvidándose por completo de elegancia o amabilidad. De cualquier manera, tampoco llevaban una buena amistad.
No importaba si Kim Won sabía qué pasó esa noche, porque quedaría olvidado cuando volviese a concentrarse en sus problemas. Se marchó maravillada con la nieve cayendo sobre los hermosos cabellos bien peinados, y caminó un rato por aquellas resplandecientes calles; a algunos metros de distancia, estaba siguiéndola Massimo. Él nunca intervendría si buscaba distraerme yendo o viniendo.
Era verdad eso: Choi Dong Wook la había drogado. Pero nunca pensó demostrar su culpabilidad mediante micrófonos pues, según dijo, era bastante extraño por ser nueva seguridad. Aunque, tampoco buscó manifestar inocencia después de tantos acontecimientos horrendos, incluyendo las palabras dichas por su propia madre.
Días posteriores, sin decírselo a nadie, Venecia se fue del país voluntariamente con rumbo a Milán, fingiendo estar muy ocupada aprendiendo del negocio familiar.
