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Abre sus ojos y lo primero que ve, es a Changbin dormido con Jeongin en el pecho, también dormido. Acaricia el cabello de su hijo ante de ponerse de pie para preparar el desayuno. El reloj dice 10 AM y agradece que el pelinegro se hubiese despertado la última vez que su hijo lloró.

Hace huevo con jamón porque la verdad, le da flojera hacer otra cosa. Se sirve un poco, para comer antes de vestirse. Hoy iba por los resultados de paternidad y dejarían a Jeongin un rato con sus padres.

—Entonces tu papá dijo, "oh Changbin eres el hombre más guapo del mundo, tengamos Jeongin juntos" y no me quedo más que aceptar — la voz de Changbin resuena, divertida. Entra a la cocina, con Jeongin en sus brazos, tomando su biberón de leche.

— ¿Qué mierda dices? — se ríe, dando un bocado a su comida.

— Le cuento a nuestro hijo como surgió su creación.

— No seas idiota, tiene dos meses.

— Mejor temprano que nunca.

Felix rueda los ojos, parándose para servirle en desayuno a Changbin.

—Vamos, bebé — toma a Jeongin de los brazos del más alto. — Dejamos a tu padre embutirse como el cerdo que es.

— ¿Después puedo embutirte?

Felix se sonroja, tapando los oídos de su hijo.

— ¡Changbin! — le reprende. — No con Jeongin aquí.

Oye al castaño soltar una risa y él se va a arreglarse y alistar las cosas de Jeongin. Cambia el pañal de su hijo por uno seco y limpio. Lo viste con un onesie que le cubre hasta los pies y es de manga larga, sobre su cabeza va un gorrito azul con estrellitas blancas.

—Eres el bebé más bello — beso sus mejillas, poniéndolo en la cuna para vestirse.

Primero lava sus dientes y se asea bien, luego elige su ropa. Una camiseta blanca, totalmente lisa y sus jeans, junto con sus vans negras de siempre. Changbin entra a la habitación, abrazándolo por detrás, ubicando su nariz en la marca aun sin cicatrizar por completo.

— Changbin — jadea, sintiendo la lengua del alfa pasar por la mordida.

— ¿Aún duele?

Felix niega, asegurando que estaba bien.

— Vístite rápido, Binnie. Tenemos que dejar a Jeongin con mis papás.

— No quiero dejarlo.

—Yo tampoco — Mete ropa limpia y pañales a la mochila del bebé. — Pero no lo podemos llevar al hospital. 

Changbin no contesta, solo se viste.

— ¿Has visto alguna vez a un bebé más guapo? — Felix abraza a Jeongin y después se lo pasa a Chagbin. El bebé comienza a llorar cuando deja de sentir a Felix. — Ow, tranquilo, bebé — besa su cabeza y cierra la puerta.

Como los padres de Changbin estaban de viaje, le habían dejado el auto para que "cuidara". Matthew estuvo muy emocionado con eso de la llegada de Jeongin, tanto que él mismo había comprado y puesto un asiento especial para el bebé. Así que Changbin lo pone ahí, abrochándolo con seguridad.

— Primero a casa de tus padres, ¿no?

— Sí, y apúrate que ya es tarde.

Chagbin maneja hasta ahí, como siempre Felix cantando todas las canciones y quejándose de la gente que no sabía manejar.

Se saludan y despiden rápido de los padres de Felix para llegar a tiempo. El alfa entra solo al consultorio seguido de la agente, quien saluda a ambos amablemente. Felix se queda afuera, esperando por el pelinegro. No sabe porque tarda tanto, hasta tiempo de leer casi todos los carteles informativos le da.

Changbin sale, secando sus ojos y buscando al más bajo con la mirada.

— Changbin — susurra, con el ceño fruncido. — ¿Estas bien?

Asiente, abrazando el cuerpo del castaño.

— ¿Qué pasó? ¿Qué te dijeron?

—Ceo que... creo que tendremos que conseguir una casa más grande y una cama infantil — dice desde el cuello del omega.

Felix sonríe, abrazando al alfa.



[...]



Pasaron por varias semanas para que Nayeon pudiera ir a casa con ellos. Felix quedó enamorado de ella apenas la vio. Era una bebé muy linda y llorando por protección. Entre las visitas al juez y con los licenciados ella estuvo presente, fueron casi dos semanas dos donde ella agarro "confianza" con ellos como para dejar que la cargasen sin llorar. Ahora están yendo a casa, con Jeongin en su asiento especial, Chagbin al volante y Felix de copiloto, con el pelinegro ente sus brazos, durmiendo. Ambos detrás del cinturón de seguridad.

— ¡Mira! — Felix mastica un chicle, leyendo la carpeta con los papeles de Nayeon. — Aquí dice que nació el quince de septiembre. Es como ¡Mi gemela!

Changbin rueda los ojos.

— Podría ser como eso de juego de gemelas. — Abre su boca — ¡Ella podría ser mi Hally!

Changbin suspira, tocando sus sienes. Felix era un niño.

— ¿Ya te he dicho que eres ridículo?

Felix se ríe, asintiendo y haciendo una bomba de chicle.

— Cada día.

— Pues de nada.

—Aun así me amas — canturrea.

—Sí, lo hago — y aprovecha el alto del semáforo, para besar los labios de su omega.






Queda el epílogo y dos extras :,)

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