ven aquí, y ámame [Changlix]

III

En el transcurso del recorrido del autobús hasta la plaza comercial a la que se dirigía, Felix no dejo de pensar en la platica que tuvo con Changbin. ¿Tan mal omega era? Cuando era más pequeño, y hasta hace unos meses atrás, su padre le decía que sería un buen omega. Tenía caderas anchas para tener cachorros y muslos gruesos, la cosa favorita de los alfas. Los alfas amaban a los omegas con carne de dónde agarrar o morder durante sus celos, ellos no querían un omega escuálido y sin chiste. Felix tenía todo eso. A veces pensaba que Changbin era uno especial y no le gustaba de ese tipo, como él. Aunque, de ser así, no lo hubiera llamado para ayudarlo en su celo. Y tampoco sus muslos debieron quedar completamente magullados de tantas mordidas y apretones que le dio. Aún cree tener marcas de ese día, y fue hace poco más de 4 meses.

¿ Sera que el alfa de Changbin no sentirá nada al tener a Felix cerca? Porque, Felix si sentía y mucho. Hasta cuando no estaba cerca, su omega se retorció en su pecho por ir en buscar del alfa y verlo cuando menos, 1 segundo. Cuando estaban cerca, su omega chillaba por atención del alfa, y no dejaba de hacerlo hasta que Changbin lo mirase, aunque sea, de reojo. Al castaño siempre le pareció atractivo el más alto (N/a: En este Fic Changbin es más alto que Felix), lo veía por la escuela y pensaba que tenía una bonita sonrisa, porque si, había visto a Changbin sonreír, pero solo con sus amigos. Nunca había sentido la necesidad de estar todo el tiempo a su lado o al menos, tener algo que oliera a él para calmar su sed. Él piensa que es el embarazo el que lo deja así. Tal vez, el bebé necesita protección, más de la debida.

El camión para justo fuera de la puerta del centro comercial. Se dirige hasta la sección de restaurantes, donde le espera Jisung, su mejor amigo. Es un chico delgado y algo moreno, no tenía los muslos rellenos o caderas anchas como Felix, pero a Minho parecía gustarle así. Es por eso que el castaño piensa que Changbin era como él.

" Hola, Lixie, ¿Cómo estás?" Él ya está en una mesa, solo y comiendo algo de comida china.

" Hola, Sunggie. Algo cansado, ¿Y tu?" 

"Estoy bien, gracias". Le da un tenedor de plástico blanco a Felix para que comiera también. "Pensé que debías estar hambriento".

Y sí, mucho. La manzana que comió en la mañana no había sido suficiente. Su estómago ardía y rugía por ser llenado de lo que sea.

" Bastante", revela. picando un poco de pollo agridulce con la punta del tenedor.

" Y... ¿Cómo es la vida con Changbin? ¿Te trata bien? Minho dice que es algo bruto contigo".

¿Qué debía contestarle? ¿Qué el alfa era un puto mamón con él, o que a penas y hablaban?

" Si, lo es. Bastante. Pero no solemos hablar mucho, ¿Sabes?, solo lo necesario".

"Pero, el acompañamiento del alfa durante el embarazo es importante, Lixie".

"Cuando es tu alfa, tal vez si".

"Changbin es tu alfa, Lixie"

"No, Jisung". Niega con la cabeza, suave, jugando con las mangas largas del suéter de Changbin. "No lo es. Él me lo dijo hoy"

"Pero... Si Changbin no fuera tu alfa, tu embarazo no iría nada bien". 

"Es que... Yo lo siento, ¿Vale?, pero Changbin no. Él dice que no porque vayamos a tener un bebé, yo soy su omega".

"Ya se dará cuenta, Lixie. Como te dije, él es un alfa bruto".

"Yo no quiero que esté o cuide a mi bebé por obligación. Quiero que lo quiera como su hijo, no como una simple responsabilidad".

"Lo sé. Tampoco quiero eso. Pero dale tiempo, ya verás que poco a poco su cabeza se aclarará y su corazón, si tiene, se descongelará".

"¿Cómo-Cómo el corazón de Ana frozen?" Pregunta, secando sus pequeñas lágrimas con la tela del suéter.

"Justo así, Lixie". Suelta una risa cariñosa, comiendo su arroz.

*

Abre la puerta, tranquilamente. Son las 8PM y espera que Felix este aquí. Gruñe al ver todas las luces apagadas, y el omega no se ha asomado - como todos los días - por la entrada de la cocina para verlo y confirmar que era él el que entro en la casa. No podía estar dormido, era muy temprano y Felix no dormía hasta que Changbin estuviese en casa. Para comprobar sus sospechas, corre a la habitación y no esta ahí.

Mierda. Okay, sabía que el omega era terco y no le haría caso. Pero ya es tarde, y piensa que su salida ya debió de haber terminado. ¿Y si le había pasado algo? Su alfa comenzó a aullar dentro de él, desesperado por tener al omega aquí, ya.

"No es nuestro". Le dice Changbin.

Mío.

Nuestro.

Traer. Ahora.

Proteger.

"¡No es nuestro, callate!". Se rugió a si mismo, molesto.

Busca en su celular y no tiene ningún mensaje de Felix. Pero claro, y si no tiene saldo... y él tampoco. Bendito omega pendejo con el él que se topó.

"¿Dónde mierdas estabas?". Le pregunta cuando lo ve entrar, temblando y con la mochila escolar colgada en su hombro.

"Salí con Jisung". Deja la mochila sobre el sillón, a un lado del pelinegro.

"Te dije claramente que te quedaras aquí. ¿No fue así?"

"Y yo te dije que saldría".

"¡No es un puto juego a ver quien gana, Felix!". Le grita, evitando usar su voz de alfa. "Estas embarazado debería cuidarte mejor".

"¡Ya lo sé!, ya se que estoy embarazo, ¡mierda!"

"¿Qué tal si te pasaba algo? Unos putos traficantes de órganos infantiles pudieron haberte raptado".

"¿Por qué serían infantiles, sin embargo?" Chilla, limpiando sus mejillas húmedas.

"Tus órganos son del mismo tamaño que de un niño de 5 años. Apuesto que si le pusieran tu cerebro a uno de esa edad no habría problema, total piensan de la misma manera". Se ríe. "¿Has visto tu tamaño?, eres pequeño".

"¿¡Por que eres así!?" Le grita, patenado el suelo en un berrinche. "Tu eres un alfa estúdio, grande y obstinado". Le golpea el pecho, haciendo que Changbin retroceda pero él apenas y siente los golpes. "¡Te odio, te odio!"

Nos odia. Tu culpa. El alfa de Changbin le reclama.

"¡Siempre eres así! ¡Eres un alfa idiota que se cree mejor que yo solo por ser omega!" Le grita, enojado y con las mejillas rojas. "¡Siempre estás diciendo lo que hago mal y nunca notas lo bueno que hago por ti! Lavo tu puta ropa, te preparo la cena y te sirvo. ¿¡Podrías dejar de verme como solo la tonta incubadora de tu hijo!?" Ahora sí, rompe en llanto.

Con pasos rápidos pero pesados, va a la habitación. Cayendo en la cama, sollozando contra la almohada.

"Tienes que tranquilizarte. El embarazo te tiene así"

"¡Que no, mierda!" Destapa su cara. "¡Aunque no estuviese embarazad te diría todo eso!" 

"Si no estuvieses embarazado, no estarías aquí". Dice, serio, tomando una toalla seca para bañarse.