Epílogo

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Estos últimos tres años no habían sido nada fáciles pero si especiales, como Felix diría. Criar a dos bebés con horarios apretados y con noches sin dormir, era cansado. A veces Felix y Changbin pensaban que no podían más, pero luego veían sus hijos reírse de sus travesuras y suspiraban, sonriéndoles de vuelta.

Para el año siguiente que Nayeon y Jeongin llegaron, ellos decidieron retomar sus estudios. Changbin eligió mercadotecnia, porque me ayudaría a tener un bues puesto en la empresa de su tío – donde actualmente trabajaba –, y también le gustaba. Felix decidió educación preescolar, porque bueno, adoraba a los niños, Felix trabaja como cajero en una estética, una de las mejores en Seúl, así que la paga era buena.

Hoy era un día muy caluroso, demasiado. Felix está sentando en el sillón de su casa, con un bote de helado en sus manos. En el suelo están Jeongin y Nayeon. La niña solo tiene sus calzones puestos y Nayeon un pañal, ellos tienen también un bote de helado y sus bocas y mejillas manchadas. Changbin estaba en el patio trasero haciendo algo que Felix desconocía.

—Papi— Nayeon habla desde el suelo, limpiándose con su blusa que está tirada a su lado. — Donde trabajas pintando cabellos, ¿verdad?

—Mmmh sí lo hacen — Seungmin frunce su ceño. — ¿Por?

—Es que... quiero que me pinten el mío.

—¿Por qué, corazón? — abre sus brazos y su hija corre a ellos. — Tú tienes un cabello muy bonito.

—Pero ni tú ni Jeongin lo tienen.

 —Tampoco nadie tiene los ojos como Jeongin, ¿o sí?

—No, creo que no — niega. — ¿Eso que tiene que ver? 

—Significa que ustedes son especiales, amor.

—¿Eso es bueno? — se nariz, pringada, se arruga.

—Mucho más que bueno — le besa la cabeza.

—¡Jeongin, Nayeon! —Changbin grita desde afuera.

Los dos niños atienden al llamado de su padre, corriendo con sonrisas en sus rostros.

—¡Una piscina! — Nayeon abre la boca y Jeongin chilla.

—¡Siiii! — el más pequeño aplaude con sus pegajosas

—¿De dónde la sacaste?

—La robe —se ríe, viendo la cara de sus hijos.

Es una piscina inflable y pequeña, solo para que ellos dos jugasen ahí. Felix sale, sonriendo de ver sus pequeños felices.

—Mira, papi. Papá consiguió una piscina — Nayeon dice, entrando.

—¡Y la robó! —ahora Jeongin entra.

—¿Ah, sí? — alza una ceja hacia el alfa. — ¿Para mí no pudiste robar un anillo de diamantes o algo así?

—Poco a poco.

Felix se acerca al más alto, besando su mandíbula.

Es verano y están de vacaciones en la universidad, pero no en sus trabajos, así que lo más cercano al agua seria esto y los niños parecían felices.

—¿Qué hacemos para el cumpleaños de Jeongin? — el omega se abraza al alfa, enrollando sus brazos a su torso.

—Podemos decirle a Minho que traiga a los gemelos y ya.

Felix asiente.

—Nayeon me preguntó si podía pintarse el cabello.

—¿Para qué? Tiene cuatro años.

—Dijo que porque nadie lo tenía así, osea ninguno de nosotros.

— ¿Qué le dijiste? — Besa la cabeza de Felix, mirando a los niños salpicarse el agua y reírse.

—Que tampoco Jeongin tenía os ojos como los demás y que eso los hacia especiales. — se separa de Changbin, mirándolo a los ojos. — ¿Algún día le diremos?

—Ya veremos, Lixie — besa sus labios y pronto escucha la risa de Jeongin y Nayeon, burlándose de ellos.

Changbin los majo con la manguera, haciendo que griten por el agua helada.

— ¡Papi, ayudamos! — el niño grita entre risas, sintiendo el agua chocar contra su espalda.

— ¡Changbin, deja a mis bebé en paz! — Felix grita y Changbin también lo moja.

— ¡Perdiste también! — Nayeon grita, riéndose junto a Jeongin.



[...]



— ¿Has sabido algo de Hyunjin y Chan? — el omega le pregunta al más alto, secando el cabello de su hija, después de haberla bañado junto a Jeongin.

—Creo que se fueron de vacaciones — él está ayudando a su hijo a ponerse la pijama.

—¿Nosotros vamos de vacaciones? — la pelinegra se pone sola su bata.

Changbin sube a Nayeon a la cuna, al parecer pronto dejara de usarla. Ahora Felix va con su hijo y le besa la frente y Changbin hace lo mismo con Nayeon.

— ¡Buenas noches, bebés! — el castaño dice desde la puerta, apagando las luces.

—Buenas noches, papi — contestan al mismo tiempo con voces adormiladas.

Felix comienza a caminar a su habitación, cuando Changbin lo toma por la cintura y lo carga.

—Es hora de que los papis — se burla — Se diviertan ahora.

Changbin besa los labios del más bajo rudamente, haciéndolo jadear de sorpresa. Felix pone sus brazos en el cuello del alfa.

—Diviértete tu solito.

—No seas pesado — se aleja, con el ceño fruncido.

—Oh, tú no seas pesado — se ríe, trayéndolo de vuelta sobre él. — Ven aquí, y ámame, cariño.

—Ya lo hago.

Vuelve a besar sus labios, ahora con lentitud y disfrutándolo.

—Mi alfa — Felix jadea, siendo desvestido del torso.

—Mi omega — Changbin dice, mordisqueando la marca del cuello.



Fin




Esperen los extras :D

ven aquí, y ámame [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora