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Di que Ran es estúpido. Ya estaba tan feliz de que al menos Takashi lo aceptará a pesar de que dijo que podría ser solo temporal. Al menos, todavía podía ver al hombrecito aunque solo fuera por unas pocas horas al día. Cura el anhelo que ha estado escondido por tanto tiempo. Tratando toda la culpa que está presente en cada pesadilla por la noche.
Takashi Mitsuya estaba allí. Tan cerca, pero Ran debería haberse dado cuenta de que ya no podía abrazarlo.
Anoche fue un desastre. Ran sabía que no debería dejarse llevar por Takashi, quien simplemente guardaba silencio en todo su trabajo. Como si le permitiera a Ran poder regresar a su presencia como solía ser. Tal vez era solamente la alucinación de Ran solo. En cuanto a Takashi, quien solo sonreía detrás de su melena lila, que se alargaba y cubría parte de su rostro. Aunque en realidad, Ran hizo enojar al hombrecito. Darse cuenta de que todas las cosas en su proporción son solo su imaginación, no una realidad que se presenta.
Ran lo confirmó. Hoy decidió tomar horas extras en su oficina. Tal vez sería mejor así. Después de todo, cuando le dijo a Takashi que no estaría en casa por más de dos semanas para trabajar, hizo que el sombrío color violeta de su exnovio brillara.
Bien. Ran se rió en su corazón. Ya no hay ningún lugar para mí que merezca en la vida de Takashi.
"Oh, mierda. Lo extraño".
Dejó escapar un suspiro. Apoyó la cabeza en la mesa de trabajo que ahora estaba vacía, porque no había nada más que hacer. Incluso el reloj al final de la habitación marcaba las dos.
Takashi se fue a las ocho. Él pensó. Decidí volver a las tres y levantarme a las diez u once de la tarde. Luego volvió a poner un pie para la celebración de su oficina a las tres de la tarde, exactamente una hora antes del regreso de Takashi.
Ran pensó, tal vez eso sería mejor. Puede hacerlo de nuevo al día siguiente. Además debería estar agradecido de que su jornada laboral comience a las diez de la mañana. Reducir un poco su sueño no era algo malo si era para que Takashi se sintiera cómodo en su hogar.
Pero, de hecho, cuando Ran llegó a su casa, encontró a Takashi durmiendo en la mesa del comedor con algunos platos allí. Hace que Ran se mueva. Cae en silencio. Tratando de procesar lo que está frente a él. Esperando que fuera solo una alucinación de lo que había estado imaginando.
Desafortunadamente, cuando su mano se estiró para tocar el tenue púrpura frente a él, Ran supo que esta era la realidad.
"¿Estás en casa?".
La voz ronca interrumpió. Además de un gruñido y un guiño en los ojos para llevar el cuerpecito al máximo.
"Primero me lavaré la cara". Se despidió, pero lo que había en la cabeza de Ran no era más que vacío. Quizás si pudiera describirlo, ahora tenía dos opciones. Uno, salir de ahí y volver a fingir para que no diga nada ni haga nada que incomode a Takashi. Entonces está la dos, sentado en el banco esperando que Takashi regresará, supo que esto era como una apuesta.
