Capítulo IV: Rojo

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Ran pensó que todo seguiría igual después de recuperarse

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Ran pensó que todo seguiría igual después de recuperarse. Takashi y él volverían a ser dos extraños que viven bajo el mismo techo sin una interacción excesiva o innecesaria. Lamentaba bastante ser honesto, deseando que el dolor durará un poco más para poder sentir el afecto de Takashi nuevamente después de haber estado anhelandolo por tanto tiempo. 

Pero ese día, Ran sintió que estaba alucinando cuando abrió la puerta de su habitación para ir al baño. Encontró a Takashi sentado con las piernas cruzadas frente a la mesa de calor con varios papeles y bocetos frente a él, como si le recordara a Ran lo que sucedió hace dos meses

Ran no dijo hola. No. Caminando lentamente, hacia el baño con una toalla enrollada alrededor de su cuello. Suponiendo que tal vez lo que vio fue solo un reflejo de su deseo que parecía artificial en el mundo real. Sólo imaginación. Ese no es el verdadero Takashi.

Desafortunadamente, cuando Ran estaba a punto de girar la perilla de la puerta del baño, una voz lo interrumpió. Lo saludó e hizo que Ran se volviera con una sonrisa.

"Buenos días, Ran".

"Buenas, Taka".

Para Takashi, Ran, quien ahora está con él, sigue siendo el mismo Ran que cuando se conocieron por primera vez hasta que finalmente decidieron tener una relación en silencio

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Para Takashi, Ran, quien ahora está con él, sigue siendo el mismo Ran que cuando se conocieron por primera vez hasta que finalmente decidieron tener una relación en silencio. Muy incómodo. Tan dispuesto a sacrificar todo por Takashi. 

Para ser honesto, Takashi también se dio cuenta de que Ran, que llegaba a casa tan temprano y se iba cuando Takashi ya se había ido, también era el hombre que lo planeó todo para que se sintiera cómodo. Hace que Takashi a veces sea incapaz de calmar su bullicioso corazón que late cuando piensa en ello. Llevándolo a un sentimiento que había olvidado hace mucho tiempo. 

Incluso esta mañana, cuando Ran caminó lentamente, Takashi se dio cuenta de que tal vez su figura sentada en el mismo lugar que su primera pelea después de vivir en la misma casa, hizo que Ran se esforzara por no acercarse a él. Fingiendo no darse cuenta, Takashi apenas puede pasar la mañana sin tener que interactuar con la figura de su ex-amante. 

Al igual que Ran, quien asomándose por el hueco de la puerta que se abrió cuando el anochecer acababa de llegar. Como para confirmar de antemano lo que acababa de recibir y hacer que se levantara inmediatamente de su silla de trabajo en la oficina. Corrió a casa hasta que nuevamente olvidó el auto que trajo por segunda vez. Encontró a Takashi quién ahora estaba ocupado mirando los diversos alimentos en la mesa del comedor.

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