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¡! 7/8. !! Día lluvioso, y poquito de pluvofobia. ¡¡ Rindou focus.
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Desde que tengo memoria Ran siempre ha estado conmigo, no importa la situación.
Todo comenzó cuando éramos niños chiquitos, solo conocíamos a nuestra madre, una prostituta bastante reconocida de Roppongi que tuvo una pareja pudiente y que de esa relación, salimos nosotros con poco tiempo de diferencia, como aparente experimento.
Al principio fue difícil de entender, cuando veía a través de una ventana a las familias felices no dejaba de quejarme diciendo que quería vivir algo parecido. Una madre cariñosa, un padre atento y tomando la mano de mi hermano en todo momento. Todos siendo felices. En cambio había recibido una madre engorrosa, una mujer odiosa que nos dejaba solos todo el tiempo sin darnos vista ni pista de que tenemos un padre biológico.
Lo único que Ran y yo sabemos de él, es que nos parecemos físicamente a ese tipo.
Y no es como si nos interese saber más.
Tengo a mi hermano, él me tiene a mi y eso es suficiente, no necesitamos a esos extras. Él podrá tener 8 y yo 7 pero ya estamos grandes.
- Ran, tengo hambre.
A penas escuché las pisadas de mi hermano salté de mi escondite en el sofá para ir con él, capturando su brazo y evitando que siguiera caminando.
- Rin-Chan, uh, -suspiró fastidiado- ¿Qué quieres comer? Tenemos mermelada con pan y pan con mermelada.
Le mostré mi mejor sonrisa, olvidando por unos segundos que me faltaba un diente.
- ¡Pan con mermelada!
Sin darle tiempo de pensar me subí a su espalda, pasando por alto lo poco que temblaba su cuerpo para poder llevarme hasta la cocina, donde me dirigió a una silla y ya por mi cuenta me senté allí con algo de dificultad, balanceando los pies.
- Ahora tú increíble hermano mayor preparará el mejor pan con mermelada que comerás en toda tu vida.
Hizo una pose extraña que vió de un tipo en la tele pero eso no evitó que se siguiera viendo increíble, por lo que inevitablemente aplaudí.
