Digno de una Diosa

0 0 0
                                    


Ceñidas curvas que acaricio con mis manos, calor de piel a piel, tus mejillas enrojecidas y tus suspiros que indican desesperación, me deseas. Gemidos suaves al oído profesando nuestro amor, pequeños golpeteos llenos de lujuria. Me pides que no me detenga hasta morir, pues en ese caso, los deseos de mi diosa son órdenes.

nath dessuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora