1- Mayor temor.
No hay escapatoria
Te miran desde la montaña con mirada llena de desdén, gestos hostiles, superioridad. Te han dejado atrás en la cueva, encerrado.
Los caminos son ahora inexistentes, no puedes correr, no puedes nadar; te persigue y te alcanzará. La marea sube espumosa y con afán, las paredes se reducen sin dejarte respirar; luchas por sobrevivir y tu pecho cruje...
Una última bocanada de aire, suplicando por tu fin.
Pero el caos no termina nunca, te sigue a donde vayas. Lo que más temías se cumplió, después del sufrimiento agonizante hay más sufrimiento, hay una vida después de la muerte.
Transparente, irrelevante, estás pero nadie te ve. Tu presencia no causa ningún cambio en el espacio tiempo, pasas desapercibido. Un cuadro en la pared o tiene más atención que un espíritu débil, deambulante.
A fin de cuentas eres esclavo de la vida, encadenado al ciclo del eterno sufrimiento.
