𝟎𝟒 ───── Nosotros somos la tormenta

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❝ No soy consciente de los límites, me intoxicas como la nicotina, heroína, morfina, de repente soy la malvada y tu eres todo lo que necesito

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No soy consciente de los límites, me intoxicas como la nicotina, heroína, morfina, de repente soy la malvada y tu eres todo lo que necesito.❞

─────── Never Be The Shame | Camila Cabello ───────

TOKIO - Barrio Shinbashi ; Residencia Sano (04/02/2023 - 11:20 AM)

Takemichi despertó a la mañana siguiente, estaba atontado y cansado, como si no hubiera dormido en toda la noche.

Se dio la vuelta y abrió los ojos un poco, esperando ver a Manjirō, pero solo vio el espacio vacío y por una fracción de segundo, temió que el otro se hubiera ido en un ataque de desesperación e hiciera algo estúpido y peligroso que lo afectaría a él y a Mikey. No podía soportar la idea de perderlos a ambos tan pronto. Su pánico solo duró un momento antes de oler el aroma familiar y maravilloso del tocino a través de la grieta en la puerta ligeramente entreabierta y el alivio lo inundó.

Fue cuidadoso al levantarse, notando con satisfacción que el dolor en su cuerpo ya no era punzante y pasaba a ser un simple cosquilleo, un dolor bajo y sutil. Avanzó lentamente por la puerta ingresando a la sala, bostezando y frotándose los ojos para alejar los rastros de sueño.

Manjirō estaba preparando el desayuno en la cocina, había tocino chisporroteando sobre el elemento izquierdo y huevos a la derecha, el olor era tan delicioso que el estómago de Takemichi se revolvió y le recordó cuánto tiempo había pasado desde que comieron algo.

La noche anterior planearon pedir una pizza porque ninguno tenía ánimos para cocinar después de un largo día repleto de emociones, pero luego sucedió la llamada y... bueno, no hace falta decir que la comida no fue una prioridad después de recibir tan malas noticias. Todo lo que tenía en el estómago ahora eran los vagos restos de un las papas fritas lay's que compró de regreso al departamento.

Takemichi avanzó hacia la cocina, cauteloso de asustar a Manjirō, especialmente en su frágil estado. Estaba planeando entrar en el campo de visión antes de hablar, no obstante, se detuvo al ver que el cabello rubio fue reemplazado por un nuevo estilo de corte y color. El impacto fue tanto que el sorprendido fue él.

Está convencido de que Manjirō se fue a dormir rubio y con el cabello más largo, ¿No?

—Buenos días.

Manjirō hizo una pausa, impacientando a Takemichi y nervioso ante el hecho de que estuviera tan consciente de su entorno, dio los últimos pasos hacia adelante y asintió con la cabeza.

—Buenos días —Susurró suavemente.
No levantó la vista de la comida ni su cara pareció cambiar, continuó hurgando en el tocino y los huevos, ignorando a Takemichi que lo miraba curioso y confundido.

La noche anterior, Manjirō estaba destruido por la muerte de Draken y Takemichi podría jurar que que a la mañana siguiente lo encontraría deprimido y vulnerable, tal vez sollozando en el sofá con una caja de dorayakis o resguardado en las sábanas de la cama negado a moverse, acurrucado en sí mismo.

Never Be The Same © || MitakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora