Estaba estudiando, una verdadera sorpresa. Ver a Ron sentado con sus libros es un espectáculo raro para alguien del lado más perezoso cuando se trata de lo académico. Hermione había entrado en la sala de estudio lista para ser la única presente durante su tiempo libre, pero estaba Ron Weasley y la explicación de esta escena fuera de lugar a su lado.
Tu cabello estaba sostenido solo por la varita que habías entretejido en él, manteniendo todo excepto los mechones de cabello más cortos en su lugar. Estabas profundamente inmerso en tus estudios, tratando de terminar la pila de tareas que Snape te había dado antes del fin de semana; Ron se negó a dejar que te sentaras sola. Así que aquí estaban los dos, en la sala de estudio por primera vez, en lo que Hermione solo podía suponer que sería alguna vez.
Ron te estudiaba con más frecuencia que a sus libros, mirando constantemente a su derecha para admirar cómo la luz de las velas parpadeaba en tus ojos.
Se acercó a ti en el banco compartido, cerrando lentamente el espacio entre ustedes. No te importó el calor de su muslo contra el tuyo o su bíceps contra tu hombro; fue más que bienvenido.
Pero pronto, lo sentiste cambiar y asumiste que se estaba levantando para encontrar algo más atractivo para hacer con su tiempo en lugar de sentarse contigo en silencio. Pero el calor volvió tan rápido como se fue.
Su mano libre se acercaba poco a poco a la tuya, enganchando tu dedo meñique con el suyo, acercándolo y girando tu mano para encajar en la suya. Reprimiste una sonrisa mientras intentabas seguir escribiendo.
Mirando a tu novio, tenía una pequeña sonrisa que no estaba ocultando muy bien. Luego, con las mejillas sonrojadas, regresaste a tus estudios, y antes de que pudieras poner la pluma en el papel, Ron te besó en la mejilla.
