"Mataría a cualquiera que se atreva a mirarlos a los dos de mala manera". Confesó una noche cuando ustedes dos estaban en el sofá, su mano sobre su estómago. Lees un libro mientras él le habla a tu bebé.
"Eso es, trágico y lindo, supongo" Sabías perfectamente que hablaba en serio, pero había una chispa en sus ojos que amabas y lo besaste.
Cuando su hijo aprendió a caminar fue cuando comenzó la verdadera lucha para Patrick.
Estuvo sobre los talones del bebé todo el tiempo, incluso protegiéndolo de las moscas. Antes de que pudiera caminar, Patrick lo cargaba a todas partes. Apenas dejándolo ir por un momento.
Cuando su hijo aprendió a correr fue cuando comenzó la lucha definitiva para Patrick.
Intentas decirle que todo estaba bien, que tu hijo va a estar bien, que nada puede lastimarlo, pero también conoces a tu esposo y sabías que no iba a parar solo porque una vez se lo pediste amablemente.
Así como su hijo pequeño comenzó a crecer, también lo hicieron las preocupaciones de su esposo y poco a poco se volvió sobreprotector.
Hubo momentos en los que estabas en el parque simplemente dando un paseo dejando que tu bebé corriera y jugara, una vez, se cayó de un columpio que preocupó a Patrick tan increíblemente que nunca lo habías visto entrar en pánico más que ese día. Pero la guinda del pastel fue que su hijo ni siquiera resultó herido, solo lloró un poco porque se asustó, pero estaba perfectamente bien, incluso recibió un helado después de eso.
Pero nunca olvidará el pánico de Patrick cuando corrió lo más rápido que pudo hacia su hijo para ayudarlo a levantarse.
Incluso si el pequeño Richard no estaba herido, Patrick no podía dejarlo pasar, quería estar 100% seguro de que su hijo no estaba herido y que tenía todo lo que necesitaba.
A menudo veías esto como malcriarlo, no querías que tu hijo se convirtiera en un mocoso, pero entendías de dónde venía Patrick, el niño pequeño era demasiado valioso.
Y esto es exactamente lo que esperabas del propio Patrick Bateman.
Un padre que mima a su hijo.
Tenías a tu bebé en tu cadera, estaba súper interesado en que cocinaras la cena, así que fue tu pequeño ayudante.
Aunque la mayoría de las veces solo pedía jugo o probar algo, con Richard teniendo cinco años, querías mostrarle el mundo tanto como fuera posible. Y parecía estar muy interesado en cocinar y hornear.
Lo ponías en el mostrador cuando necesitabas cortar algo. Le enseñaste a no tocar nada en el horno, le enseñaste que dolería y él era un hombrecito inteligente, así que ni siquiera lo intentó.
"¿Qué están haciendo ustedes dos?" preguntó Patrick detrás de ti.
"Cena." dijiste mientras revolvías la olla, por el rabillo del ojo notaste a Patrick alejando a tu hijo un poco más de la estufa. Querías poner los ojos en blanco pero solo sonreíste mientras los mirabas. "Ya casi estoy lista, ¿puedes poner la mesa por favor?"
Y seguramente lo hicieron. Apagaste la estufa cuando escuchas a tu hijo lloriquear.
"Richard, déjame hacerlo, podrías lastimarte". escuchaste a Patrick antes de asomar la cabeza y ver a tu hijo con los tenedores en su diminuta mano, aferrándose por su vida.
"Yo quiero." dijo y querías reírte, pero también querías ver cómo Patrick manejaría esto.
Dejó escapar un largo suspiro. "Te lastimarás, deja que papá haga esto".
"No." era tan terco como su marido. Los pequeños nudillos se le pusieron blancos mientras sostenía los tenedores como si su vida dependiera de ellos.
"Está bien, ¿entonces hagámoslo juntos?" Patrick terminó ofreciéndose porque sabía que no se comunicaría con Richard.
Sonreíste ante la linda escena cuando Patrick levantó a su hijo y lo ayudó, tratando de enseñarle un poco sobre dónde y cómo colocar los utensilios, pero todo lo que el pequeño Richie vio fue el lindo juego de utensilios de Mickey Mouse que le compraste.
Querías reírte, por muy terco que fuera tu marido, tu hijo era igual si no peor.
