𝖣𝗂𝖾𝖼𝗂𝗌𝖾́𝗂𝗌

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-Le pusiste el seguro a la puerta? -preguntó Christopher mientras dejaba besos en el cuello de Joel.

-Si. -respondió susurrando y estremeciéndose.

Christopher volvió a subir para encontrarse con los labios de su novio y seguir besándose.

Definitivamente besarse era lo mejor que podían hacer estando a solas, era tan suave pero tan brusco a la vez, necesitados y sedientos por tomar todo el uno del otro.

Se separaron para quitarse sus camisetas y pantalones, quedando ambos en ropa interior, besándose y acariciándose así. No podían despegar sus manos del otro, amaban explorarse y sentirse, descubrir siempre un sitio nuevo que los hiciera estremecer y suspirar.

-Estuve tan jodidamente celoso de imaginarte pasando tiempo con ese. -dijo Christopher, jugando con la pretina de los bóxer de Joel.- De solo pensar que podía tocarte o que podrías volver a desearlo a él me sentía enloquecer.

Joel volvió a atraerlo para un beso y como pudo, cambio de posiciones quedando encima de Christopher.

-Eres el único al que deseo, soy todo tuyo. -susurró Joel, acariciando su mandíbula.- Nadie más me folla como tú lo haces, -beso su cuello. -nadie me hace gemir como tú, nadie me toca como tú. -subió hasta su mandíbula, donde dió un pequeño mordisco.- Soy tuyo.-repitió cerca de sus labios antes de besarlo.

Christopher jadeó en el beso y bajó sus manos hacia el trasero del rizado, metiendo sus manos dentro de la ropa interior, sintiendo inmediatamente como empezaba a lubricar. Lo apretó, haciendo que se moviera en su regazo y creando una fricción que los hizo gemir a ambos.

Metió uno de sus dedos dentro de Joel, sin dejar de besarlo y haciéndolo saltar en su lugar debido a la intromisión.

-Siempre tan mojado. -dijo entre besos, agregando un dedo más.

Así continuó hasta que fueron tres dedos y ambos necesitaban algo más.

-Hoy quiero montarte.-anunció Joel mientras se levantaba un poco para bajar su ropa interior y la de Christopher.

-Por favor, hazlo. -respondió Christopher, acariciando su erección mientras Joel terminaba de deshacerse de la única prenda de ropa que le quedaba.

Joel volvió a sentarse sobre Christopher, empezando a moverse de adelante hacia atrás, sintiendo el miembro de Christopher despertar con cada movimiento. Segundos después, tomó el pene de Christopher entre sus manos y lo guió hasta su entrada, empezando a bajar en el lentamente.

-Joder, siempre tan húmedo y estrecho para recibirme. -jadeó Christopher, agarrando sus caderas fuertemente.- Muévete cuando tú quieras, princesa.

Joel le sonrió ante el apodo y llevó sus manos a los hombros de Christopher para tener un apoyo y empezar a moverse. Empezó con pequeños movimientos de adelante hacia atrás y de arriba hacia abajo y luego movió sus caderas en ochos, sintiendo cada vez más profundo a Christopher.

-Te mueves como todo un experto, Joey. -gimió Christopher, ayudándolo a impulsarse hacía arriba. -Fuiste hecho para esto.

El rizado se inclinó para besarlo sin dejar de moverse y aceleró más sus movimientos, sintiendo como Christopher le daba justo en ese punto que lo hacía enloquecer y delirar, que lo hacia gemir más y más alto. Christopher le ayudó a que se moviera más rápido y más profundo, con sus manos en las caderas y bajándolas de vez en cuando a su trasero. Unos cuántos saltos más fueron suficientes para que Christopher se derramara dentro de Joel y este se viniera manchando ambos cuerpos cuando sintió su entrada llena de Christopher.

The Teacher And ¿Mommy? «Virgato» Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora