𝖴𝗇𝗈

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Joel se removió cuando sintió unas pequeños dedos pellizcando sus cachetes y nariz.

-Mami. -susurró Andel, hundiendo sus dedos en la mejilla izquierda de Joel.- Mami, despierta.

-Bebé, aún no suena la alarma, duerme otro momento con mamá.

-Pero... ya no tengo sueño.

Joel abrió uno de sus ojos y se encontró con su hijo sentado en una de las almohadas, con las piernas cruzadas y mirándolo con sus ojos grises bien abiertos.

Lo único que Andel había heredado de Zack habían sido los ojos grises, pero el resto, era totalmente Joel. Sus cejas, su cabello rizado, su nariz y labios, eran los mismos de Joel.

-Me despertaste diez minutos antes. -dijo Joel sentándose. -Pudimos haber disfrutado esos diez minutos, bebé.

-Lo sé mami, pero... pero estoy nervioso por ir hoy a estudiar.

Joel sonrió y se palmeó el regazo para que el pequeño se sentara ahí.

-Puedo saber por qué estás nervioso?

-Mm, si. -respondió mirándose sus deditos. -Hoy conoceré a mi maestro nuevo, mami y tengo miedo de que.. de que sea malo o gruñón.

-Oh, bebé. No debes preocuparte, seguro es un gran profesor y los tratará bien a todos. -Joel acarició el cabello de su hijo. -Y sabes que si el profesor hace algo malo.

-..Puedo decirte a ti o mi tío Zabdiel o a mi tío Erick y.. y ustedes se encargarán.

-Exacto, pequeño. -dijo pinchando la nariz del pequeño con su dedo índice. -Ahora, ya que me despertaste antes, tendremos tiempo de tomar un baño en la tina y hacer panqueques para el desayuno. Vamos, campeón.

El niño sonrió y se bajó del regazo de Joel para irse saltando hacía su habitación y sacar sus juguetes para la tina y tomar un baño divertido antes de ir a estudiar y conocer a su profesor nuevo.

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-¿Seguro de que llevas todo?

-Sí, mamá. -gritó el pequeño desde la puerta. -Ya te dije que si como diez veces.

-Si en el camino me dices que dejaste algo, no habrá postre en la cena, Andel.

-Tranquila, mami. Vamos.

Joel tomó a su hijo de la mano y ambos salieron del apartamento.

En el camino, Joel puso una banda que a su hijo de gustaba mucho y rió al ver como el pequeño cantaba algunas partes en un idioma que al parecer solo él entendía.

Antes de bajar, acomodó un poco el cabello de Andel, aunque a veces se daba por vencido con esa tarea porque cinco minutos después, ya estaría con el cabello en la cara y enredado.

-Dame la mano, bebé.

Andel tomó su mano y sonrió antes de pasar la calle.

Amaba ir a la escuela porque tenía muchos amigos y siempre tenía muchas cosas que contarle a Joel al final del día mientras cenaban o se preparaban para dormir.

Era su rutina desde que había entrado a preescolar y Joel sonreía al escuchar todo lo que él le contaba sobre sus amigos.

-Todo va a estar bien con tu nuevo profesor, ¿confías en mi? -preguntó Joel cuando estaban cerca del salón.

-Si, mami. -susurró y Joel apretó un poco su pequeña mano con afecto.

Al llegar al salón, ambos vieron a el nuevo profesor esperando en la puerta y recibiendo a algunos pequeños estudiantes que acababan de legar.

Era alto, con cabello castaño y un poco largo, como estaba sonriéndole a una de las madres, Joel pudo ver uno de sus hoyuelos. Sus ojos eran color mieles y el rizado mentiría si dijera que no era el hombre más apuesto que había visto en los últimos dos años o quizás en toda su vida.

-Oh, hola. -una voz gruesa lo devolvió a la realidad. -Soy Christopher Vélez, el nuevo profesor de los niños. Un gusto conocerlos.

Puede que Joel en ese momento haya olvidado como hablar, moverse o respirar.






















Espero les guste, voten y comenten muchito<3

-Jσss xx

The Teacher And ¿Mommy? «Virgato» Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora