𝖰𝗎𝗂𝗇𝖼𝖾

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Hace una semana, Joel y Christopher habían cumplido siete meses desde que empezaron a ser novios.

El castaño últimamente se mantenía más en el piso de Joel y Andel que en el suyo. Casi siempre se quedaba hasta muy tarde y Joel era quien insistía en que se quedara con ellos y él no podía negarse. Además, siempre estaba muy pendiente de ayudar a Andel con el cuidado de su mascota para que Joel no se enojara luego y les dijera "siempre supe que yo terminaría cuidando de él".

Su relación iba muy bien. Habían tenido algunas pequeñas discusiones unas cuantas veces, las primeras fueron porque Joel se ponía muy celoso y Christopher al principio lo tomó como si el rizado desconfiara de él, pero luego lo hablaron y supo que era un inseguridad que Joel tenía desde que pasó lo del padre de Andel y él lo entendió y le aseguró que él no era como Ricky y no había razón para estar celoso, a lo que Joel respondió: "Lo sé, sé que no eres como él pero no puedes culparme por sentirme así a veces. Además, no me gusta que te miren de más."

Joel se encontraba en su oficina, respondiendo unos correos y revisando algunas ediciones que debía pasar en una reunión. Suspiró y miró una foto de Christopher, Andel, Groot (el nombre del perro de su hijo, el cuál había decidido mientras una tarde veían los guardianes de la galaxia con Yocelyn y Zabdiel) y él, se la habían sacado unas semanas atrás en el parque y decidió imprimirla para ponerla en un portarretrato.

-Joel? -llamó una de las chicas de afuera a su puerta, llamando su atención. -Alguien te necesita.

-Ahora?-suspiró levando sus manos a sus ojos para restregarlos. -En diez minutos es mi salida.

-Si, lo sé.--respondió apenada.-Pero me dijo que no es de trabajo.

-Bien, dile que pase.-dijo sin preguntar quien era. -Pero antes dile que no puedo tardar -la chica asintió y salió de su oficina.

Unos segundos después alguien tocó la puerta y él subió su mirada, quedándose paralizado.

-Qué haces aquí? -preguntó sin pararse de su asiento.

-Hola, Joel. -dijo Ricky- Es un gusto verte después de tanto tiempo.

-Si, bueno, no puedo opinar lo mismo. -respondió molesto.-¿Qué haces aquí?

-Mira, Joel, no vine aquí a discutir contigo ni con alguno de tus amiguitos defensores. -dijo avanzando hasta poder sentarse en una de las sillas frente a Joel. -Solo quiero hablar sobre algo. Sobre nuestro hijo.

Joel se rió ante la palabra nuestro. Andel era solo de él, no importaba que contara con genes de Ricky, este perdió todo derecho cuando decidió serle infiel durante el embarazo.

-Mi hijo. -corrigió.-Qué quieres hablar sobre eso? No hay nada para decir.

-Bueno, hasta donde yo sé, ayudé mucho para que él pudiera existir, asi que es nuestro. -respondió sonriendo.-Resulta que este fin de semana mi hermana vió una foto de él y tu amigo Zabdiel en instagram y yo simplemente quiero conocerlo.

-No.

-Es mi hijo también, Joel.

Joel suspiró frustrado. Mierda, estaba muy estresado y ahora tenía que lidiar con el engendro de satanás que quería conocer a su hijo.

-Si, tendrá tus genes y puedes decir que es tu hijo, pero para mi perdiste ese derecho desde que decidiste revolcarte con una de tus compañeras de trabajo.

-Tú fuiste quien se fue sin dejarme explicar nada.

-No quería escuchar ninguna de tus mentiras ni lo quiero ahora, gracias.

The Teacher And ¿Mommy? «Virgato» Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora