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- Carajo, ¿para qué vine?, tan sencillo que era simplemente ir a aventarle las llaves a Pancracio- Silvio estaba lamentándose desde el mostrador ya que ese día le había tocado suplir el turno de Dany a quien había contagiado de gripa por accidente

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- Carajo, ¿para qué vine?, tan sencillo que era simplemente ir a aventarle las llaves a Pancracio- Silvio estaba lamentándose desde el mostrador ya que ese día le había tocado suplir el turno de Dany a quien había contagiado de gripa por accidente.

- Cierto, ¿pero ya me podrías dar mi café?-

- Ahhh, lo siento Linda jajajaja- Silvio le entregó su pedido a la clienta ya conocida que tenía en frente.

- Últimamente divagas mucho, un breve descanso te vendría bien- la chica de cabello castaño comenzó a tomar su café en el mostrador.

- Bueno, mi único consuelo es que ese mismo descanso comenzará en diez minutos- Silvio recargó su cabeza sobre el mostrador con cansancio. Linda palmeó su cabello con delicadeza.

- Jajaja, también toma en cuenta de que tu fuiste el que lo contagió, así que se lo debías- Silvio miró a su amiga con el seño ligeramente fruncido.

- ¿Estas tratando de animarme o de chingarme?-

- Mmm, las dos-

- a- Por la puerta entraron los clientes (el cliente mejor dicho) más esperados por Silvio- ¡Ya llegaron!- Linda miró hacia atrás notando a los dos clientes nuevos quienes, por cierto, los estaban viendo.

- Esos dos nos están viendo muy raro, ¿acaso esa es la "conquista" de la que tanto me hablas?- mencionó divertida mientras hacía comillas con sus dedos.

- Bingo, ese peliazul es Flex- Linda miró una segunda vez, siendo detenida bruscamente por Silvio- ¡Al menos disimula un poco!- gritó en un susurro.

- ¡Tranquilo! Otro poco y me tiras, menso- ambos castaños rieron.

- ¡Silvio, al fin vienes!-

- Pues claro, ¿qué no me ves aquí parado?- Silvio saludó a su amigo Pancracio.

- ¿Dónde está Dany?-

- Ah sí, yo también me alegro de verte Permon- Linda soltó una risa nasal- Está enfermo, así que no pudo venir hoy-

- Oh, dile que iré a visitarlo más tarde- El albino se metió a la sala de empleados y cerró la puerta, aquello que Permon había dicho era bastante curioso.

- ¿Desde cuando Permon y Dany se llevan tan bien?-

- Oye, ¿no tienes que atender a tu pre novio y su amigo?- Silvio se quedó quieto unos segundos.

- ¡Que disfrutes tu café Linda!- Silvio corrió por el pedido de Flex y.... Su amigo- Lamento hacerlos esperar chicos, estaba teniendo una charla... Motivacional-

- Si, nos damos cuenta- era la primera vez que Silvio escuchaba la voz de Flex tan cerca, aunque sonó tan frío se sonrojó inconscientemente.

- Mmm, tengo ganas de pedir algo diferente...-

Cortesía de la casa || silvexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora