𑇛᧙𓈒 ㅤ"No quiero sonar gay, pero tienes unos abdominales impresionantes..."
"¡Dame un abrazo hermano!..pero no soy homo, ¿eh?..."
"Hey Eijiro, te ves lindo con esa camisa...............no homo..."
Kirishima estaba hasta los huevos del comportamien...
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El jovial pirata de melena pelirroja surcaba los mares con notable vigor en todo su ser. Confiado, feliz y sobre todo emocionado. —Algo ciertamente normal en él.
Movía el timón como si fuera el juguete más fácil de manipular, jugando con él como ya todo un experto conforme a sus años de experiencia en las aguas bravas a las que visitaba de tanto en tanto con su tripulación; o mejor conocido para él, sus amigos.
Un día como hoy, los ánimos estaban diferentes y era de notar. Todos colaborativos y entusiasmados. Algo relativamente normal entre ellos, pero esta vez había algo de entre medio que los ponía de ese modo.
Y es que acababan de hacer uno de sus mejores robos.
Un cúmulo de monedas de oro y plata. Costosas y extravagantes joyas de diferentes piedras preciosas incrustadas. Al igual de variedad de piezas de arte que compartían de igual o mayor forma su valor. Además de barriles llenos de vino, un lujo que solo gente rica podía satisfacer.
Desde luego, hoy era un día para celebrar aquél logro.
Entre todos colaboraron para arreglar el gran navío. Bakugo, el único camarada encargado de tocar los alimentos y preparar la comida, hacia delicias en la cocina, sabiéndolo con solo oler el olor de las carnes que se desprendía de aquélla sala solitaria donde estaba el cascarrabias cenizo; mejor amigo del aclamado Red Riot y colider de la tripulación.
Ashido, era la encargada de la decoración. Y como todo en ella, tan extravagante tenía que ser. La gran mayoría de los chicos no están de acuerdo con que ella sea quien organice la estética de la nave marítima en las celebraciones como esta, pero Kirishima siempre excusa que, a la creatividad siempre hay que dejarla ser —aunque solo porque otra tarea no se le ocurre para la igual que él, teñida, a sabiendas que Tetsutetsu y Kaminari harían un desastre al navío.
Y ahora, a los más alborotadores de la tripulación. Tetsutetsu y Kaminari. Ambos criados en una "familia" no muy funcional, sin sangre que compartir al venir de diferentes madres como de padres. Al ser vendidos para vivir a prórroga de caridad durante gran parte de su niñez, tevieron que ayudarse entre sí para sobrevivir, terminando por unir sus caminos y afianzar ese lazo de hermandad que siempre los unió de niños, como ahora, que están donde están. En un gigantesco barco pirata limpiando los alrededores, jugando a hurtadillas a las espadas con los palos de escoba.
Los demás, como Ojiro y Shouji, eran encargados de la vigilancia de los alrededores. No podían bajar la guardia de sus enemigos a pesar de estar de celebración, porque muy fácilmente ellos podrían arruinarlo.
