Día 3 | Relación a distancia

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Personajes menores
de edad. (17)
AU normal.

Relación a larga distancia

Ambos sonrientes y muy apegados

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Ambos sonrientes y muy apegados. El más alto encimando al más bajo, sosteniendose de la la pared del baño donde se arrimaba de espaldas el cohibido chico de ojos bermellón, quien sacando pecho y mirando fijamente al mayor parecía querer algo de parte de este.
¿Y quién era él para no darselo?

Una suave caricia con sus dedos sobre los labios del moreno fue el inicio de un casto beso sobre estos, quien lo recibió a gusto y risueño, sonriendo mientras se daba y ambos disfrutaban. Fue algo sin apuro. Cero pasional. Cien por ciento cariñoso. Ese pequeño rato bastó para separarse, y por lo consiguiente escuchar —pegandose un susto por lo repentino— el timbre de la primera hora de clases.

Ambos rieron al haberse visto tan de cerca las caras de asustados.

—Nos vemos en el receso entonces...¿no? —Inquiría el azabache, otra vez, como para estar totalmente seguro de que vería a su novio en la hora indicada.

—¡Sip! ¡como siempre!.. —Y el pelirrojo sonrió encantado, y un poco sonrojado al mostrarse muy feliz, así como luego girarse para la puerta de salida del baño, pues la hora de clase había comenzado.

Sero, al igual, le sonrío embobado, contagiandosele el sonrojo del otro después de que el contrario haya empezado a alejarse, extrañado de que no lo siguiera. Se espabilo y comenzó a acompañar de a lado al teñido, reposando su brazo en los hombros contrarios, como si fueran buenos amigos. Que lo eran, y mucho, ¿Pero quién se esperaba que a puertas cerradas estos compartían hasta la misma saliva y otras cosas más?

Ya en el salón siguieron solos a sus asientos, tan distantes como la llegada del recreo.

Cada uno al extremo del otro, completamente alejados que únicamente podrían comunicarse por señas entre ambos o papelitos.

Una desgracia para este romance adolescente.

Kirishima se sentaba en la segunda fila; segunda columna, miestras que Hanta en la cuarta fila, de último. Así que, no podían hablarse hasta que la hora de receso llegara o el profesor se ausente unos minutos —algo que regularmete sucedía.

Hanta suspiro, aburrido de la clase de Aizawa que recientemente había empezado. ¡No le serviría de nada saber sobre las células eucariotas y procariotas ahora! el quiere ser héroe, no biólogo, además que esa clase ya la había visto en años posteriores y estaba seguro que los demás también con tan solo verles las caras.

Él solo quería platicar con su Ei, que el tiempo pasara tan rápido como Iida y empiece el verdadero entrenamiento, donde puede apreciar lo genial que es Eijiro y su tonificado cuerpo por el traje de héroe que lleva, donde no es necesario que esten a solas para hacerlo, disfrutando la compañía del chico sonrisas más que sea un ratito.

𝐒𝐈 𝐇𝐎𝐌𝐎 𝐁𝐑𝐎【srkr】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora