Para ti.
Al chico que dedico mis letras, formando palabras, formando frases y oraciones.
Tú el dueño de mis lágrimas. De mis desvelos y suspiros.
Ojalá pudiese odiarte.
Pero es tanto mi amor hacía a ti.
Que me resulta difícil e imposible hacerlo.
No sé que es lo que extraño de ti.
Si tus malos chistes o tú estúpida forma de quererme.
Sé que yo fui quién se equivocó, pero la verdad pienso que no.
Porque elegiste tú orgullo antes que el amor que algún día me llegaste a tener.
Tú orgullo me partió en dos,
tú indiferencia me debilitó
y tú traición me dañó.
Y me dejó así, con un corazón roto, sin alas para volar, un alma que se resquebraja día con día y un intento fallido de re-hidratar mi piel con mis lágrimas, noche tras noche.