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Dime en dónde encontrar en otros besos mi hogar.
Pues en tus brazos yo siempre dormí y me olvidé de sufrir.
Sólo dime por dónde estarás y si te puedo llamar.
Pues tengo miedo si vuelvo a caer y no me sé levantar.

Llevaba meses visitando varios clubes nocturnos, según él, buscando una mejor manera de olvidar sus penas, ya ni su trabajo como CEO le era suficiente para distraerse, su oficina había sido decorada por Jisung.

Minho le había aconsejado renovarla pero él se negó, de cierta manera se sentía mejor teniendo su oficina con el toque único de su castaño, en su escritorio aún conservaba fotos con él, siempre las observaba con lágrimas en sus ojitos de Bambi, y cada vez que salía a “divertirse”, siempre buscaba tipos de cabello castaño, cintura pequeña, uno o dos centímetros más bajos que él, con labios carnosos, hombros anchos, ojos color marrón, etc., etc., etc., con esa descripción se sabe que el pobre azabache buscaba chicos parecidos a Jisung con los que tener alguna aventura, lo malo era, que al momento de la acción, no podía satisfacer a sus amantes ya que el recuerdo de su ex lo atormentaba, él sólo podía recordar esa suave piel blanquecina siendo adornada por los chupones que a él le gustaba dejarle, el dulce sonido de su nombre siendo un gemido que el menor susurraba en su oído, tanto valor tenían esos recuerdos que al ver con quien estaba a punto de meterse, su cerebro recobraba la lucidez perdida y su pene se desanimaba totalmente, haciendo que rápidamente saliera huyendo.

Eso era cosa constante, no había podido estar con muchas personas desde su divorcio, no podía dejar de recordar lo bien que la pasaban juntos, tanto en la cama como en su convivencia normal como pareja.

Siempre salían a caminar por las noches, era su rutina, a veces iban a cenar y otras, simplemente disfrutaban del bonito paisaje nocturno cuando visitaban un parque cercano a su hogar, el menor siempre fue muy carismático y social, a veces un poco infantil pero que alegraba todos los días de su miserable existencia.

Aunque bese muchas bocas, aunque intente tener sexo con algún chico similar a su amor, por más que beba hasta perder la conciencia, no podrá sacar de su corazón y alma a ese
ser por el cual haría cualquier cosa con tal de tenerlo de regreso, jamás pensó que él llegaría a sufrir un mal de amores, él creyó que Jisung siempre estaría a su lado, como prometieron ante aquel juez en su boda civil, pero claro, él tuvo que ser un completo
estúpido y echarlo todo a perder sólo por un tipo de carácter opuesto al de su ex esposo, la curiosidad le ganó, él siempre gozó de los mimos y el amor incondicional que Jisung le entregó sin reservas, pero el maldito enano era un seductor profesional y sus estúpidas
hormonas no le ayudaron a contenerse cuando estuvo con él la primera vez.

Jamás olvidará el rostro angustiado de Jisung cuando llegó a la mañana siguiente, ni siquiera se había tomado la molestia de avisarle que no llegaría y el castaño estaba a punto de perder los estribos. Se disculpó, ese fin de semana se lo dedicó completamente al menor,
mimándolo y haciendo el amor como debería ser, aunque claro, el pálido no dejó de enviarle mensajes pidiéndole verse de nuevo, pero él lo había ignorado, hacía tiempo que Jisung y él no la pasaban juntos así que no le devolvió ningún mensaje… Eso, hasta el fin de semana entrante, cuando definitivamente se dedicó a tenerlo como amate…

¡Ah!

Maldecía a cada segundo la estupidez cegadora que lo dominó, pero por sobre todo, se maldecía a sí mismo por haber traicionado a la persona más importante de su vida.

-Maldición Sung… Deseo tanto verte- Susurraba sobre aquella botella de vodka que ya era la tercera que tomaba esa noche, un par de lágrimas se escapaban de sus bonitos ojos negros.

Siempre era igual, bebía en nombre de Jisung, luego llegaba un chico o una chica, lo invitaban a más tragos y él, con la depresión que tenía, aceptaba sin fijarse con quién estaba, eso, hasta esa noche.

-¿Chan?- Lo llamó una voz suave y él sintió su corazón detenerse.

𝘿𝘼𝙍𝘼 𝘿𝙀𝙄𝙎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora