Capítulo XI~"NO PUEDE SER, ES UN ERROR"

66 13 50
                                    

Ya estamos en agosto, este año empezó mal, pero terminó bien. Tengo al mejor hombre a mi lado, alguien que me alegra los días y me los llena de esperanza. Mi familia se agrandó con el nacimiento de mi sobrina, y mis amigas-hermanas están igual que siempre, a mi lado. Mi nueva novela va progresando de lo más rápido. Hoy voy a ir de compras con las chicas a Harvey Nichols, necesito ropa nueva y accesorios para poder volver loco a Juan. Cogí mi coche, después del divorcio solo había salido en él en contadas ocasiones. Recogí a las chicas y seguimos camino a la tienda.

— Me encanta verte manejar, por lo menos ya no titubeas — me dijo Noa.

— Si tienes razón, a veces me daba escalofríos salir con él, me moría de miedo chocar o volcarme. Gracias a las clases particulares de Juan soy toda una maestra— dije de lo más orgullosa.

— Me encanta ver ese brillo de satisfacción en tus ojos, ya era hora. — dijo Erika.

— Todo se lo debo a mi hombre, desde que apareció en mi vida he vuelto a creer en el amor, los príncipes azules y los cuentos de hadas — les dije.

— Yo también quiero uno que me ame, me mime y crea que soy la única en el mundo para él, como los protagonistas de tus novelas. — me dijo Erika; yo la miré con cariño.

— Algún día sin que lo esperes esa persona aparecerá, te pondrá todo patas arriba y tú querrás echarlo de tu lado; lo mismo para tí Nohelia, con la diferencia de que lo harás diciéndole mil rollos psicológicos. — les comuniqué.

— Eres mala— me dijo riéndose.

— O, puede que no aparezca, sino que simplemente vuelva a tú lado— le digo y ella entiende a la perfección de quién hablo.

— Sé que lo dices por él, sin embargo, eso no pasará— me asegura.

— Ahora eres adivina y predices el futuro para decir con tanta seguridad eso— le dice Erika.

— No, no soy adivina, pero quizás y solo quizás tienen razón— nos dice encogiéndose de hombros.

— Bueno chicas luego seguimos con la conversación, ya llegamos. Hoy vamos a comprar hasta reventar. — Salimos del coche y nos dirigimos a la tienda.

Primero fuimos a por ropa, luego de probarnos casi todo compramos lo que mejor nos quedaba. Después buscamos el departamento de zapatos, me encantaban todos, entre tacones, sandalias y deportivos nos llevamos de cada uno; más tarde fue el turno de los accesorios: pendientes, collares, aretes.

Solo paramos para comer algo en la cafetería dentro de la tienda, pedimos un montón de cosas, yo fui la que más pidió; en un momento dado una mujer llamó mi atención, entonces me quedé fría.

— Flora ¿estás bien? te has puesto pálida— me dijo Noa.

— Sí, cualquiera pensaría que viste un muerto— se rió Erika. Yo ya no las escuchaba, solo hacía cuentas, no me lo podía creer.

— No, esto no puede ser, no puede estar pasándome esto a mí, no ahora. — lo que dije y en especial mi tono hizo a las chicas mirarme.

— Mi vida, estas empezando a preocuparnos, ¿qué pasa? — me preguntó Noa

— Yo… no, no puede ser, debe de ser un error— insisto sin responder a la pregunta.

— Flora de mi alma cómo no nos digas que sucede, en los próximos segundos te mato— me dice Erika.

— Es un error, un error, un error— no puedo pensar en otra cosa, esto es imposible.

— Lo juro por mi madre, cómo no empieces a hablar te descuartizo y lo digo totalmente en serio— me dice Noa

TÚ ERES MI AMOR VERDADERO~ Libro IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora