TÚ ERES MI AMOR VERDADERO~ Libro I

Capítulo IX~"LA VERDAD DE MI MATRIMONIO"

Hola, este capítulo se lo dedico a Basummers2020, por haber sido la primera en aceptar en el reto que publiqué mi muro. Felicidades y gracias por el gran apoyo que le das a mí historia.

"Nueva York 5 de enero del 2005

— Guau, este lugar es enorme — gritó Erika. Tres días atrás mi editora Mónica me había pedido que fuera a hacer una firma de libros, me encontraba alborozada, sería mi primera vez ante personas que admiraban o les gustaban mis novelas.

— Tienes razón, es impresionante — corroboró Noa. Mis amigas me habían acompañado, queríamos llegar antes para recorrer la ciudad, nunca habíamos estado en Nueva York, específicamente en Manhattan. Mis padres y hermana vendrán el día antes de la firma para estar presentes en el mejor momento de mi vida.

— Sabía que les gustaría — les dije.

— Tú nos conoces muy bien — dijo Erika

— Así mismo Flora, gracias por invitarnos — dijo Noa

— No hay de qué — les digo riendo — chicas vamos hay que disfrutar, pasado mañana es el gran día, antes es nuestro deber recorrerlo todo, no podemos dejarnos un hueco. Por eso propongo que esta noche vayamos a una disco, es la mejor forma de ligar y conocer cómo es la gente de aquí — mis amigas asintieron.

En el hotel desempacamos nuestras maletas y nos preparamos para deleitarnos con esta maravillosa ciudad. Fuimos a la Estatua de la Libertad, visitamos el Puente de Brooklyn y descansamos en el Central Park. Por la noche nos vestimos para ir a la disco a bailar. El lugar estaba abarrotado de personas, como siempre que estábamos en sitios con mucha música y personas, nos pusimos a gozar. Un rato después un grupo de chicos se nos acercó.

— Hola guapas — dijo uno de ellos. Alto, no tenía un cuerpo de escándalo, pero si bien distribuido bajo un suéter negro, unos pantalones de mezclilla, un pelo castaño indomable y unos ojos según podía ver por la luz del lugar, de color café.

— Mi nombre es Rodrigo Stwart y estos son mis amigos Frank Rodríguez y Mario Miravales.

— Qué hay chicas, ¿cómo lo están pasando? — saludó el tal Frank, un chico algo bajo pero fuerte, con un pantalón y una camisa carmelita claro, unos ojos azules y un pelo castaño.

— Bien, el lugar está animado y vosotros, ¿os habéis perdido? — les preguntó Erika con su mejor sonrisa pícara, es una experta en el coqueteo.

— Para nada, solo vimos a tres chicas deslumbrantes ante nosotros y pensamos en venir a protegerlas — dijo el tercero, si no recuerdo mal su nombre era Mario. Un hombre alto, bien dotado con un pantalón celeste y una camisa blanca, un incorregible pelo rubio y unos ojos grises.

— Ah, van de caballeros de la brillante armadura protegiendo a las damiselas en peligro — se mofó Noa. Las tres nos reímos, pero ellos no se amedrentaron. El tal Rodrigo se acercó a mí, tendiéndome una mano.

— Me concederías este baile preciosa damisela en peligro — pensaba negarme, pero qué coño, yo vine a divertirme, no había trabajado tanto en mi físico para esconderme de los demás.

— Por supuesto. — A partir de ese momento nos lo pasamos acompañadas por los chicos, Mario acabó bailando con Erika, Frank con Nohelia y Rodrigo conmigo. En el transcurso de la noche me contó que era de Londres, pero había venido a estudiar la carrera de profesor para poder conocer otros lugares y decidió quedarse a vivir; tenía 28 años, un hermano menor y padres separados.