-¡Mikey, Mikey, Mikey!
Una voz bastante emocionada y a la vez escandalosa llamó en su puerta mientras tocaba con notable desesperación la puerta de su cuarto. Era Emma, quién sabe qué querría contarle a Mikey, pero este no tenía ánimos como para charlar amenamente con ella así que solo decidió ignorarla, bueno, ignorar el hecho de que la rubia quería entrar a su habitación para hablar.
-¿Ahhh?
Dijo el menor de los Sano con una voz decaída y sin ánimos. La rubia paró y luego volvió a hablar con una voz que reflejaba preocupación.
-¿Mikey, estás bien? ¿Estás enfermo?
Soltó la chica de cabellos rubios, un gran suspiro ahogado (gracias a la almohada) salió de los labios del menor, mientras que con pesades levantaba la cabeza de la almohada y se disponía a hablar.
-Creo que sí estoy enfermo... Pero enfermo de amor.
Esto último lo susurro para él mismo, su cabeza realmente dolía al igual que su corazón, podía sentir aquella molesta presión hacerse presente de nuevo, simplemente quería dejar de amarlo para que fuese feliz con la persona que amaba, pero aunque quisiese simplemente le dolía, todo aquello que logro presenciar aunque fue lo más mínimo, estaba claro; ellos dos se gustaban, no había dudas en ello y eso era lo que más dolía, si fuera ella quizá podría gustarle.
No había dudas, ¨Heather¨ era su canción, se sentía extremadamente feo a comparación de Emma, se sentía como un estorbo, alguien irrelevante en la historia de amor de ellos dos. Claro, todos estos pensamientos que para Manjiro eran realidades; hacían que su corazón doliera más.
No era tanto el hecho de sentirse feo, más bien sentía que su problema era no ser una chica, quizá si lo fuera Ken podría verlo de la misma manera con la que miraba a la chica de cabellos rubios, deseaba con todo su corazón que los ojos de Ken brillaran de la misma manera al verlo, de la misma manera que lo hacían al ver a Emma, deseaba ser el que le robase el aliento con tan sólo una sonrisa, el dueño de los pensamientos y sonrisas del chico. Lo deseaba tanto.
Se quedó en su cama por un gran lapso de tiempo, (eran aproximadamente las 6:00 p.m.) arropado hasta más no poder mientras miraba la televisión y comía unos dorayakis que tenía en su habitación guardados para cualquier emergencia... Hasta el comer se le hacia pesado. De la nada y sin previo aviso su móvil comenzó a sonar limpió su rostro (claro, era inevitable para el rubio dejar de llorar) y tomó el móvil para luego ver la pantalla del mismo y darse cuenta que era...
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¿Y si tal vez? [Draken x Mikey]
Random¨El amor es una tortura que me reafirma que... Sólo el amor puede doler así¨ En un universo donde Manjiro está enamorado de Ken... -Solo alejate, Ken-chin. -¿Mikey? -¡No lo hagas más!... Solo vete ya. -... Mikey yo solo... -Ken-chin, ¿por qué me hac...