¿Y si tal vez? [Draken x Mikey]

capítulo 4

Era la compañía telefónica, soltó un gran suspiro mientras tiraba a un lado de la cama su móvil, esperaba que fuese alguien importante y no la estúpida compañía, realmente se había ilusionado esperando a que fuese Ken.

Tapó por completo su cuerpo con la sábana que tenía e hizo movimientos torpes debajo de esta en un modo de desahogo hacía la torpe esperanza de que el que estuviese llamando fuese Ken.

-Ah, que tonto… 

Dijo entre quejas cuando como si por un milagro se tratara su móvil sonó de nuevo.. Sacó lentamente su rostro de la sábana aún cubriendo la mayor parte de su rostro mientras veía a lo lejos el aparato que no paraba de sonar. Lo miró con los ojos entrecerrados mientras simplemente se daba la vuelta e ignoraba por completo el móvil…

Al parecer el móvil de Manjiro no tenía carga; claro, jugar todo el día y no ponerlo a cargar darían esos resultados.. El móvil se apago y el de cabellos rubios dejó de lado eso y empezó a dormir.

*Con Ken*
Si bien era bastante extraño ver a Mikey en su casa (por las tardes) más lo era que ni siquiera saliera de su cuarto o fuese con sus amigos, para esto ya eran las 19:00 horas y Mikey no daba señales de querer salir de su habitación.

Esto era demasiado extraño para el chico que se encontraba acostado en su cama preguntándose el por qué Mikey no respondía a sus llamadas y además de eso había apagado su celular; quizá estaba enfermo.. Bueno de ser así seguramente le hubiese llamado rogándole que le llevase algo de comer.. Quizá dorayakis o su menú infantil.

El chico rubio ante esos pensamientos no pudo evitar sonreír, aunque eso no quitaba la incertidumbre del por qué Mikey no quería hablarle. Según el recordaba no se habían peleado o prometido ¨no hablarse nunca más¨ claro eso nunca lo cumplían.
Aún así podría ser que a Mikey le haya dado un bajón emocional, no era muy frecuente que eso pasara y Ken lo sabía muy bien; Mikey aún extrañaba mucho a su hermano Shinichiro, lamentaba mucho su muerte, a pesar del tiempo nunca pudo superarlo… Más bien, lo sobrellevaba. Y claro, Manjiro trataba de ocultar su dolor, pero Ken se daba cuenta, a pesar de los vagos intentos de Manjiro en intentar ocultarle a Ken cuando se sentía mal, el rubio siempre se daba cuenta, lo conocía como la palma de su mano y sabía cuando algo iba bien o cuando algo iba mal.