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Nos escabullimos en la boda, convenientemente Kenny "convenció" a unas empleadas y pudimos entrar a la boda, empecé a escuchar esas malditas palabras y comencé a correr lo más rápido que pude dejando a mis amigos atrás.

-Si hay alguien que se oponga a esta unión que hable ahora o callé para siempre-

-Yo me opongo- dije abriendo estrepitosamente la puerta.

-Un momento padre, no permita esto, es absurdo en un error- dije al tiempo que caminada hacia el altar -ponga pausa a esta boda, ya le explico mi motivo y quien soy yo.

Obviamente en la boda todos quedaron atónitos, seguía gritando- que me escuche esta estúpida, el perro ingrato y a los asistentes les voy a contar nuestra historia, la historia de un gran amor.

Soy su novio, su hombro y su hombre, tiene un año que no he sabido de él, pero no lo ha dejado de adorarlo ni un día y sé que él tampoco – Voltee a ver a Kyle, su cara era más que nada de sorpresa- Nos queremos como locos, nuestro corazón es el mismo y si hoy se casa, es porque quizá intenta borrarme, pero...

- ¡Eh! Pero ¿Quién es este loco? ¿Qué hace irrumpiendo en la boda de mi hija? ¿Quién lo dejo entrar? - Me dijo un hombre en la primera fila, se levantó de su asiento, estaba rojo de ira, yo iba a contestarle, pero se vio interrumpido por un par de brazos que lo empujaron de vuelta al asiento.

-Shh- hizo Kenny con el característico ademan, mientras le tocaba el hombro -No opine por favor – dijo para dedicarle una sonrisa.

El hombre se asomó por detrás de Kenny, y vio a 6 chicos más, supo entonces que debía callar y esperar a que esto se resolviera.

La bodaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora