↷𝐀𝐃𝐀𝐏𝐓𝐀𝐂𝐈𝐎𝐍 ¦ ˢᵉᵒⁿᵍʲᵒᵒⁿᵍ 𝑭𝒊𝒏𝒂𝒍𝒊𝒛𝒂𝒅𝒂
Seonghwa no entendía la rara personalidad de Hongjoong y tampoco lo entendía a él hasta que descubrió que el pequeño pecoso provenía del año de 1949 y que fue prisionero en los campos de concen...
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Corrió al gimnasio con cuidado de que nadie más lo viera, aunque era casi imposible ya que los estudiantes salían y entraban de las aulas constantemente. Entró al lugar primer mencionado y fue hasta la puerta trasera para salir por ahí, no tardó en reconocer la voz de SeongHwa, pero lo que más le sorprendió era que estaba gritando. Al salir se encontró con la castaña en los brazos de un chico que no conocía, YooJun; suponía HongJoong.
— SeongHwa. —llamó el rubio y sólo recibió una mirada por parte del nombrado.
Una mirada que no pudo reconocer, ¿Era enojo, tristeza, coraje o dolor? No pudo entenderlo.
Wooyoung jaló a HongJoong hasta el interior nuevamente y lo llevó hasta vestidores, obligándolo a sentarse en una de las bancas.
— ¿Woo? ¿Qué estás haciendo? —intentó levantarse, pero el mayor lo sujetó de los hombros.
— Ya vámonos. —frunció ligeramente su ceño— No me importa si debes hacer algo más, ¡Nos vamos ahora! —agarró la muñeca de HongJoong para fijar la fecha en el reloj, pero el menor se apartó de forma brusca.
— Te dije que me dieras solamente hoy, el día no ha acabado. —se puso de pie y retrocedió un poco.
— Nos vamos a fusionar con esta línea HongJoong. Lo de la biblioteca, tu forma de actuar con EunJi, eso sólo fue parte de la fusión. —suspiró frustrado y miró a su alrededor, necesitaba una manera de convencerlo— ¿Quieres arriesgarte sólo por respuestas? ¿De verdad estás dispuesto a ya no tener voluntad y vivir aquí? Donde WooYoung no existe, donde SeongHwa y tú no son nada.
La expresión en el rostro de HongJoong se suavizó, era cierto que sentía su personalidad cambiar al igual que ese recuerdo llegar. No podía imaginarse vivir en un lugar donde SeongHwa lo odia, porque probablemente ahora lo odiaba... Aunque, ¿Siquiera iba a recordar que viajo en el tiempo? ¿O se iba a fusionar por completo? Pero tampoco quería vivir sin su mejor amigo.
— No sé qué hacer...—tapó su rostro con sus manos y cerró sus ojos.
— HongJoong...
Unos ligeros golpes se escucharon en la puerta de los vestidores, eso hizo que ambos rubios miraran a esa dirección mantuviéndose en silencio unos segundos para entender de quién podría tratarse, ya que alguien pudo haberlos escuchado y si era así, estaban muertos.
— HongJoong... —se escuchó la voz de SeongHwa, luego un suspiró largo se oyó— Joder, esto es realmente vergonzoso... —aclaró su garganta tanto para poder decirlo como para librarse del nudo en la ya dicha— Sólo quiero disculparme por lo anterior... Tenías razón.
El rubio frunció su ceño y dio un paso a la puerta, la voz del pelinegro sonaba apagaba y temblaba, no lo había escuchado así y era algo que le afectaba, le dolía en cierta parte. SeongHwa estaba siendo herido, es algo que creyó que jamás iba a apreciar. Al dirigir la mirada a WooYoung éste hizo una mueca.
— Tengo que ayudarlo... —susurró hacia su mejor amigo.— Aquí no somos amigos pero... Debo estar con él.
— Déjalo HongJoong, si nos vamos ahora todo esto va a desaparecer... Él no estará sufriendo. Y aunque lo esté... Él no es tu SeongHwa. —se acercó al menor y tomó sus manos, entrelazando sus dedos.
— No puedo dejarlo, sigue siendo SeongHwa... Él me ayudó, tengo que ayudarlo también. —intentó zafarse del agarre ajeno, pero no pudo, el mayor era más fuerte.
— Vamos a arreglar todo esto y podrás vivir como antes, ¿De acuerdo? —acarició los nudillos ajenos— Estarás con tus amigos...
— Pero tampoco quiero dejarte... —puso sus manos en su cabeza y comenzó a caminar de un lado a otro.— No puedo decidir sobre mi pasado y ... ¿Mi presente?
SeongHwa se apoyó en la puerta y lentamente se deslizó hasta llegar al suelo, eso HongJoong lo pudo percibir gracias al ligero ruido que había hecho al deslizarse, además pudo observar la sombra del mayor en el suelo por debajo de la puerta. Mantuvo su mirada en esa dirección por unos largos segundos, no soportaba la idea de que SeongHwa esté mal, hacía su pecho doler, pero...
— Él está bien... —hizo una pequeña mueca y miró al rubio.
Debía tomar una decisión.
— Bien... Ahora vámonos. —le sonrió levemente y ahí HongJoong entendió que debía irse.
Rápidamente fijó la hora al mismo día en que viajó, en el día que inició todo pero en el 49, abrió el portal y no pudo evitar mirar una última vez la puerta de los vestidores, la sombra de SeongHwa seguía ahí. Quiso correr a él una última vez o siquiera gritarle que todo estaría bien, pero entendía que lo mejor era no hacerlo. Y así, cerró sus ojos antes de atravesar la luz azul.
"SeongHwa realmente está soportando mucho... Al menos ahora está rodeado de amigos." Pensó antes de caer al suelo, le tomó unos segundos reaccionar, o mejor dicho querer abrir sus ojos, cuando finalmente lo hizo ajustó su vista para mirar a su alrededor, era su casa, observó por la ventana, aún había luz del día.
— Vete. Quizás ahora todo se arregle si te vas. —con cautela se puso de pie al mismo tiempo en que ayudaba al menor.
— No quiero irme sin ti... —miró el suelo un poco aturdido.
— ¡Eso no funcionó! Tú lo viste HongJoong, si yo voy contigo, todo estará arruinado. Vete sin mí. —hicieron contacto visual.— Yo pertenezco a tu pasado, SeongHwa pertenece a tu futuro.
— Woo, por favor... —volvió a abrazarlo con fuerza— No quiero perderte...
— Hong, por favor... Quiero lo mejor para ti. —también lo abrazó, sin embargo, pasó su diestra para atrás y así lograr alcanzar el reloj, quitándoselo al menor.
Miró el reloj y frunció su ceño, era 12 de Septiembre, ya habían pasado dos días, al viajar en el tiempo éste había pasado tan rápido por los constantes cambios. Miró la hora antes de girarlo, era el medio día; Al viajar en el tiempo te dejaba horas después de la que viajaste, nunca retrocede las horas en el día, siempre avanza.
Seleccionó el 9 de septiembre y abrió el portal, HongJoong se separó de inmediato por ésto y lo miró sorprendido.
— ¿Wooyoung? ¿Qué haces?
—tomó la mano del menor para devolverle el reloj.— Cuídate tonto. —agarró sus mejillas para besar su frente.— Te amo, Hong.
— ¡Wooyoung, espera! —intentó aferrarse a él, pero el mayor fue más rápido y lo empujó hacia el portal.
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