Jamás Te Dejaré (Camren Fanfic)

Capítulo 3

NOTA: HOLAA :) DISCULPEN LA TARDANZA, ES QUE ME ESTABA CAMBIANDO DE CASA ASÍ QUE NO TUVE MUCHO TIEMPO DE ESCRIBIR, PERO AHORA SI ESTARÉ PENDIENTE E INTENTARÉ SUBIR 1 CAPÍTULO CADA SEMANA. GRACIAS POR LEER :* <3

Después de que la policía llegara y se llevara a Brad; Camila, Lauren y Karla fueron a la sala esperando a que la pequeña dejara de llorar. Lauren había intentado todo lo que ella sabía que alegraba a su hija. Intentó con los libros, los crucigramas, sopas de letras, inclusive utilizó una de las viejas barbies que la pequeña dejó de utilizar a los 2 años ya que le parecía ilógico jugar con una mujer en miniatura.

Pero Karla no paraba de llorar. La escena que vio fue demasiado fuerte, su madre disparando a su padre porque él quería asesinar a quien apenas conocía, Camila, quien también la defendió. Era demasiado para una niña de 4 años.-

Lauren: Karla, cariño. —Dijo Lauren quitando las pequeñas manos que cubrían el rostro de su hija, quien estaba sentada en su regazo mientras Camila acariciaba su espalda.- Mírame, amor. —suplicó Lauren con un tono de voz entrecortado. A Camila se le retorció hasta el más mínimo musculo de su cuerpo.- No puedo ayudarte si no me dices que tienes princesa, dime, por favor. —Lauren suplicó de nuevo.

La pequeña en ningún momento dejó de llorar o mucho menos destapó su rostro. Lauren estaba preocupada. ¿Qué tal si toda esa escena allá provocado un trauma en Karla? ¿Sería ahora una niña aislada que escasamente habla? No podría pasarle eso, Karla era una niña muy inteligente. Y Lauren no creía eso solo porque era su hija, lo hacía porque a pesar de sus 4 años era una pequeña muy madura y sabía hablar muy fluido a comparación de sus amigos del parque. Lauren abrazó a la pequeña fuertemente contra su pecho y lloró. Sintió como Camila se levantaba y subía las escaleras; Lauren supuso que seguramente iría por su bolso para irse, pero Camila, como de costumbre, la sorprendió.

Camila había subido hasta su habitación y había tomado su guitarra. La menor de ambas estaba ahora sentada en una silla del comedor tocando una melodía que Lauren conocía. I Won't Give Up, la canción con la que se reconciliaron en Los Ángeles los primeros días que Lauren llegó a la casa de los Cabello. Lauren sintió como su hija se movía entre sus brazos y lentamente dejaba de llorar. Suavemente levantó su cabeza y con sus ojos, más claros ahora de lo normal debido al llanto, miró fijamente a Lauren antes de bajarse de sus piernas y caminar hacia donde provenía la música.

Karla: ¿Cómo lo haces? —preguntó estando frente a Camila, señalando sus dedos que se movían ágilmente por los trastes de la guitarra.-

Camila: Años de práctica. —respondió la latina mientras continuaba tocando. Karla tenía una inmensa sonrisa en su cara. Parecía que ya estaba mejor que hace un rato.- Tal vez te pueda enseñar. —dijo Camila dejando la guitarra a un lado y alzando a la pequeña en su regazo.- Valla, sí que te pareces a tu mamá. —Camila estudiaba detenidamente el rostro de Karla.-

Karla: Mi mami es muy linda. —dijo la pequeña con una sonrisa en su cara.-

Camila: Si que lo es. —respondió la latina acariciando el cabello de la pequeña.- ¿Qué dices si hacemos la cena? Ya es tarde; son las...

Karla: ¡No lo digas! —interrumpió la pequeña.- Yo lo hago. —Karla miró el reloj pegado en la pared de la cocina y ágilmente leyó la hora.- Son las 7:43 p.m.

Camila: Wow. —Camila respondió con una cara de sorpresa.- En serio eres astuta. —dijo antes de tomar a Karla en brazos y sentarla en el mesón de la cocina.- Así que, ¿Qué le gusta a tu mamá de cenar?

Lauren: Lo mismo de siempre. —respondió entrando a la cocina, besando el cachete de su hija y parándose al lado de la latina.- Pizza de doble queso con peperoni.

Camila: También es mi favorita. —la latina miraba fijamente a Lauren en sus ojos.- Tal vez debería ir por el teléfono. —se acercó un poco a Lauren quien la rodeó con su brazo, estaban tan cerca que casi sentían sus labios juntos. Fueron interrumpidas por el timbre y ambas se separaron rápidamente.-

Karla: ¡Yo voy! —gritó la pequeña mientras saltaba del mesón hacia la puerta. Camila y Lauren se miraron y sonrieron tímidamente.- ¡Tía Taylor! —se escuchó a Karla gritando en la habitación de al lado y en pocos segundos apareció Taylor con Karla en los brazos. Camila se dirigió hacia el teléfono y en la nevera miró el número de la pizzería.-

Taylor: ¡Oh  por Dios! —fingió sorpresa la rubia.- ¿Es ella Camila? ¿Cómo te encontró? —fingió de nuevo.-

Lauren: Se lo que hiciste pequeña tramposa. —respondió Lauren tirando una banana a la cara de Taylor y antes de golpear el suelo fue atrapado por la hábil Karla quien lo devoró de inmediato.-

Camila: Hey, a mí también me gustan. —dijo sonriendo.- ¿Hola?.... Si.... Una pizza de doble queso y peperoni por favor.... Un momento. —dijo la latina tapando el micrófono del teléfono y pasándoselo a Lauren.- Necesitan tu dirección. —susurró la latina. Lauren tomó el teléfono mientras Camila saludaba a Taylor y jugaba con Karla alrededor de la cocina.-