Me convertí en la mamá de mi mejor amiga

Capítulo 1

Hola, escribo este tipo de diario porque lo que me pasó es imposible de creer, mi nombre era Johan, y si, en pasado. Tenía recién cumplidos 18 años, era un estudiante de bachillerato de último año, estaba algo preocupado porque no sabía que carrera universitaria escoger, era la desición más importante de mi vida hasta ese entonces, sería a lo que me dedicaría en mi vida, bueno, eso pensaba en ese momento. Había tantas opciones pero como realmente no destacaba mucho en alguna materia no es como que pudiera escoger lo que me gustaba estudiar. Pensé en dedicarme a algo relacionado a los videojuegos o la animación que son mis grandes pasiones, pero soy pésimo en matemáticas y en dibujo, por lo que los descarté. Estaba acostado en mi cama con todos estos pensamiento revoloteando en mi mente cuando sonó la alarma.

-Maldita sea- Murmuré

Había pasado otra noche sin poder dormir por estar pensando sobre mi futuro, cansado y son ganas me levanté de la cama y me preparé para ir a la escuela. Cuando ya salía de casa pude ver que ya me estaba esperando como siempre mi amiga Nicole, debido a que vivía a lado de mi casa. Fui a saludarla pero se veía notablemente triste, a diferencia de la mayor parte del tiempo en el que siempre está feliz, haciendo bromas y siendo hiperactiva.

-Hola ¿Porque la cara triste?

-Ya sabes, lo de siempre, mamá.

Asentí con la cabeza, pareciera desinterés pero realmente ya sabía lo que pasaba, Nicole y yo hemos sido amigos prácticamente desde niños, incluso podría decirse que somos casi hermanos, debido a que mis papas nunca están en casa por sus trabajos, desde que era pequeño me dejaban en casa de Nicole para que me cuidara su mamá, incluso había días en los que me quedaba a dormir. Y si bien la señora Beatriz (la mamá de Nicole) siempre ha sido muy dulce y amable conmigo, sé que con Nicole es bastante estricta, exigente y dura, y conforme pasaba el tiempo y Nicole crecía los regaños se fueron transformando en peleas que incluso he podido llegar a escuchar.

Después de estar unos segundos callados, le di un golpecito en el brazo y le dije:

-Si no quitas esa cara larga se te va a caer

Al instante me di cuenta que había dicho otro de mis chistes malísimos, pero como siempre Nicole dejo escapar una risita y tomamos rumbo a la escuela. Una vez llegamos nos fuimos cada quien a su salón, al entrar pude notar que todos mis compañeros tenían cara de nervios, fui a mi lugar y cuando volteé a ver el pizarrón también puse la misma cara que todos los demás

"Hoy se entregan los resultados del examen de aptitud"

Lo había olvidado por completo, ese bendito examen que nos hacen a todos para que nos oriente sobre que carrera sería la mejor opción para cada quien, tal vez hoy por fin podría descansar sabiendo a que me puedo dedicar. Unos cuantos minutos más tarde entró una profesora cargando los resultados, se los fue dando uno por uno a mis compañeros, algunos se notaban felices, otros confundidos, incluso hubo alguien se rió. Cuando por fin llegó mi turno tome la hoja casi temblando de la emoción, pero en el momento de leer el resultado quedé petrificado. Había 5 aptitudes con distintas carreras y campos de estudio, y en las 5 saqué exactamente el mismo resultado, es como si fuera bueno para todo pero al mismo tiempo fuera un bueno para nada, incluso la maestra me vio con pena, yo diría que me vio con lástima. No pude poner atención en el resto del día. Cuando las clases terminaron unas chicas se acercaron a preguntarme sobre el resultado, le inventé una mentira para tratar de quitarmelas de encima pero no funcionó.

-Hey Johan, ahora que por fin tenemos los resultados vamos a preparar una fiesta hoy el sábado en la noche, deberías venir!- Dijo una chica

-Si Johan, nunca vas a nuestras fiestas, por lo menos debes venir a está!- Dijo otra chica agarrándome del brazo

Realmente no quería ir para nada, soy un completo antisocial, y no es que me caigan mal mis compañeros, es solo que no soporto estar en multitudes y me es muy difícil interactuar con gente que no conozco bien. Por lo que habló muy poco en clase y siempre me desaparezco en cuanto termina la clase, si le sumamos mi aspecto resulta en que la gran mayoría de las chicas me encuentren misterioso y atractivo, si tan solo supieran que en este momento me estoy muriendo de la vergüenza y quisiera salir corriendo.

-Lo pensaré- Murmuré para que nos e me quebrara la voz de lo nervios que estaba

-Yeiiii- dijeron las chicas al unísono

Bueno, por lo menos me las quite de encima, pero ni de broma iré a esa fiesta, pero por lo menos ya se acabó la semana, puedo ir a relajarme a jugar videojuegos y a lamentarme de mi maldito examen de aptitud.

Fui a buscar a Nicole para regresar a casa, entre la pelea de ella con su madre y mi examen fue un camino bastante silencioso, llegamos, nos despedimos y entramos a nuestras respectivas casas. Como siempre tenía casa sola, mi padres suelen estar meses fuera pro sus trabajos, podría decirse que son adictos al trabajo, pero gracias a ello no vivíamos tan mal, aunque tampoco es que seamos ricos. Justo al entrar por la puerta sonó mi teléfono, era mamá;

-Hijo hola cómo estás? Que bien, oye mira tu tío Javier necesita que puedas ir a la capital este domingo para que cuides su casa y sus mascotas, solo eran tres días, te regresas el martes, dice que te pagará muy bien porque es una urgencia, ya te mandé los boletos del camión a tu teléfono y ya pedí permiso en tu escuela para que faltes, bueno tengo una junta, gracias byeee!!!

... Ni siquiera me dejó decir hola, pero bueno, con tal de no ir a la escuela y ganar algo de dinero, no estaba tan mal, además me gustan los animales y el tío Javier se pudo comprar una Playstation 5 y un Xbox series X, por fin podré probar las nuevas consolas, además de distraerme de todo.

Aventé mi mochila y prendí la televisión, aunque no la quería ver, solo estaba cambiando entre canales por pura ansiedad. Lo deje en el canal de noticias y me cubrí la cara con un cojín para tratar de dormir mientras de fondo se escuchaba en la tele:

-Hoy es un día muy especial para los fanáticos de la astronomía, hoy en la ciudad se podrá ver una lluvia de meteoros además de que ciertos planetas estarán alienados, será mejor que desempolven ese telescopio para admirarlo hoy en la noche-

-Que pendejada- Murmuré solo para quedar profundamente dormido.

Pasaron las horas y de repente unos gritos me despertaron.

-En está casa se hace lo que yo diga!!!

-Pues espero salirme pronto de esta maldita casa!!!

Maldición, Nicole y su mamá están peleando de nuevo, y esta vez se los gritos son bastante fuertes, no quisiera ser chismoso pero será mejor que de un vistazo. Subí a mi azotea, gracias a que ya era de noche no me veía, y desde aquí podía ver y escuchar mejor todo lo que pasaba en casa de Nicole.

-Esa rebeldía no te va a llevar a ningún lado señorita!!!

-No me digas señorita, además tú eras si eras rebelde cuando eras joven, lo peor que yo he hecho es pintarme el cabello!!!

-Pues deberías agradecerme, ya que yo sacrifiqué toda mi rebeldía y mi juventud por ti!!!

-Pues yo no te pedí que tú fueras mi madre- Dijo Nicole ya entre sollozos.

Ya solo se escucharon puertas azotarse, eso fue intenso, tal vez mañana debería hablar con Nicole y pasar el día con ella. Mientras pensaba eso se escuchó un ruido tras de mí, me asusté y volteé rápidamente solo para darme cuenta que era mi tonto examen, y toda la amargura de ese resultado volvió a mí.

Entonces me algo llamó mi atención, era la dichosa lluvia de meteoros que decía el noticiero, quedé casi hipnotizado y sin darme cuenta, en este preciso instante se pidieron tres deseos de tres personas distintas;

-Deseo ya no preocuparme por mi futuro

-Deseo tener a otra mamá

-Deseo volver a ser joven

-Pero bueno, desear no es muy científico de mi parte, maldición el único chiste que no es malo que he dicho en mi vida y no hay nadie para que lo escuche.

Baje de la azotea, no tenía muchas ganas de cenar por lo que fui a mi habitación, pero comencé a sentirme bastante cansado, aunque hubiera dormido toda la tarde, solo me acerqué a mi cama y caí rendido, casi desmayado.

-Bueno, mañana ya será otro día- murmuré