Finalmente el largo viaje estaba a punto de terminar, en una hora o dos llegarían finalmente al lugar marcado en el mapa y todos estaban feciles.
En la última semana todo se había complicado por el gran cambio de temperatura y una tormenta de arena. Sí, todos estaban felices de llegar a salvo, pero cierta castaña estaba casi eufórica, y como cada vez que estaba felíz, llevaba horas sin pausa parloteando de los recuerdos que tenía de su madre.
Shikamaru sabía ahora que estaba equivocado. Antes tenía la erronea idea de que la rubia no tenía paciencia alguna, pero las dos horas que llevaba escuchando atentamente le demostraban lo contrario; no dudaba que su empatía por haber crecido sin una figura materna de igual forma no alteraba la situación, pero hasta él mismo estaba dispuesto a rogar por un poco de silencio.
- Y ella solía regañarme mucho por ello, siempre me decía algo como "Sika, cuándo vas a ordenar ese nido de pájaros qe tienes como cabello?" al igual que Temari-sensei, ella también me regaña cuando estoy despeinada...
Temari le sonrió tiernamente y luego volvió su vista al frente... ahí fue cuando lo notó.
La sonrisa en su rostro se volvió tensa mientras intentaba no demostrar que ya había notado a los 20 ninjas que estaban rodeándolos.
-... y ella peinaba mi cabello todas las noches antes de acostarme y todas las mañanas antes del desayuno porque...
- Shikamaru.
- Lo sé, acabo de notarlo.
- ¿Cómo puedes saberlo si acabas de conocerme?
¿Cómo podía no haberlo notado antes? eran muchos... y eran poderosos. Ella y Shikamaru podrían con algunos pero ¿Cómo podía haber tardado tanto tiempo en notarlo? No, no era solo ella, el vago tampoco los había notado y ella sabía que los dos mantenían siempre la guardia en alto en caso de que algo ocurriera. ¿Cuándo habían comenzado a acorralarlos? ¿Estarían ellos bajo algún tipo de genjutsu? Se tomó unos segundos en verificarlo y claro que no estaban bajo un genjutsu. Nada tenía sentido. Miró a Shikamaru esperando una confirmación y éste asintió lentamente.
- Ordénense en posición de defensa, no quiero que nadie ataque si ellos no lo hacen primero - ordenó la rubia.
- ¿Qué ocurre Temari-sensei?
- Estamos rodeados Sika, necesito que te concentres.
- ¡Hai!
Pero ellos nunca atacaron, siguieron así durante muchos kilómetros, todos ellos se mantenían a la misma distancia, avanzaban junto a ellos sin atacar o retirarse. Luego de una hora y media divisaron a la distancia unas 10 chozas.
- ¡Finalmente llegamos! - dijo Sika luego de una corta risa nerviosa, rozando casi lo histérico.
Shikamaru no podía culparla, la tensión que todos tenían en ese momento podía cortar más que el Chidori de Kakashi-sama. Esperaba con todas sus ansias que esto solo fuera un mal recibimiento o una costumbre de pésimo gusto de parte de la aldea, pero su cerebro le gritaba que estaban caminando directo a la boca del lobo.
Frente a las chozas divisaron repentinamente a un hombre, y eso fue todo antes de que el caos comenzara. Rápidamente una espesa niebla comenzó a rodearlos.- Firmes en posición de defensa, Shikamaru formemos un escudo, Sika, Yato, al centro ¡rápido! - gritó Temari.
Los ninjas comenzaron a acorralarlos, Temari alejó la niebla con una fuerte ráfaga de su abanico y no pudo más que ocultar a sus compañeros detrás de su abanico ante la ola de kunais que inmediatamente cayó sobre ellos.
- Somos los embajadores de la hoja y la arena que solicitaron. Venimos en paz, no queremos pelear con ustedes.
Pero no obtuvo respuesta. Los embajadores se defendían de cada golpe sin responder mientras Yato y Sika se mantenían en el centro. La niebla comenzó a rodearnos nuevamente disminuyendo su visión.
- No venimos a pelear, repito, somos los embajadores de la hoja y la arena que ustedes solicitaron.
Una nueva ola de kunais cayó sobre ellos, Temari los alejó rápidamente con su abanico pero no pudo ver la lanza que venía justo detrás.- ¡Temari!
Shikamaru la apartó con sus sombras justo a tiempo rompiendo la barrera. Un ninja salió debajo de la arena en el centro del círculo y levantó a Yato del cuello.
-Si alguno de ustedes hace el más mínimo movimiento el chico muere. Ustedes dos, el abanico y los cuchillos en el suelo, rápido.
Shikamaru y Temari se miraron y lentamente bajaron sus armas.
- Venimos en paz, no tenemos otras intenciones, traemos como prueba las cartas que ustedes enviaron - dijo Temari dejando su abanico en el suelo.
- Así que ustedes son los embajadores... que bienvenida tan descortés de nuestra parte ¿No es así? Dejen que mis hombres les den una muestra de respeto.
Shikamaru sintió hilos de alambre tirar sus brazos y piernas obligándolo a arrodillarse. Temari, a su lado, estaba en la misma situación. Sika en pánico permanecía inmóvil frente a ellos. La rubia cruzó su mirada con la castaña transmitiendo un claro mensaje "no te muevas".
- Lamento si no estamos a la altura de la diplomacia habitual entre los grandes países... es que la falta de agua y recursos nos volvió animales. Ahora tú pequeño - dijo mirando a Yato - dime, ¿quién de ellos es el líder de esta misión? Si respondes honestamente a la primera tú podrás volver a tu aldea caminando.
Yato lo miró directo a los ojos y no respondió.
- Ah, es una lástima, tenías potencial como ninja - Rápidamente lo giró en el aire y tomándolo de un pie cortó el tendón del tobillo. Yato intentaba no gritar mientras la sangre corría por su pierna.
- ¡NO! ¡Alto! - Temari forcejeaba por soltarse y los hilos comenzaban a cortarle la piel.
- Yo que tú me quedaría quieta muñeca, esos hilos están especialmente diseñados para enterrarse en la piel y absorber tu chakra, mientras más forcejeas más daño te hacen y más chakra te quitan- Temari se detuvo y miró a su alumno rogando que hablara - Dímelo niño, si corto nuevamente podrías morir desangrado en simples minutos.
Yato miró a su sensei y luego volvió a enfrentarse al hombre.
- Jamás lo diré.
El hombre hizo un profundo corte en la pantorrilla que fue acompañado por un grito ahogado de dolor.
- ¡Dímelo o sufrirás tanto como el líder!
- ¡Déjalo, déjalo! ¡DETENTE! Te lo suplico ¡déjalo! - los brazos de la rubia estaban teñidos de rojo y era cada vez más difícil mantenerla de rodillas.
Otro corte a la altura del muslo hizo gritar a Yato. La sangre corría por su cuerpo manchando su ropa.
Shikamaru intentaba idear un plan, debía pensar en algo, estrategias, maniobras, movimientos ¡lo que sea! sabía que debía hacer algo, por kami, el sabía que su cerebro podía sacarlos de esto, pero escuchar a Temari gritar dejaba su mente en blanco.
- ¡Dímelo! - dijo con el cuchillo a la altura del vientre de Yato.
- ¡YO! ¡YO SOY LA LÍDER! Ya déjelo, se lo suplico.
- ¡No es ella! - Gritó Yato entre dientes.
- ¡SÍ! Soy Sabaku No Temari de la arena y soy la líder de ésta misión.
Al escuchar esto el hombre dejó caer a Yato y se volteó riendo.
- Pero miren quien tenemos aquí... la princesa de la arena ¡Que descortés de mi parte! Nunca creí que Rasa enviaría a sus propios hijos a misiones suicidas.
- Mi padre murió hace muchos años.
- ¿Rasa muerto? - dijo el hombre inclinándose frente a ella- En ese caso supongo que debería presentarme, mí nombre es Sonja Ho, líder del clan Ho. Y tú muñeca - dijo tomando su barbilla para que lo mirara a los ojos - hay mucho que vas a contarme, ¡Llevenselos!
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Misión diplomática
FanfictionPoco tiempo después de la guerra las aldeas buscan recuperarse de los daños y pérdidas que sufrieron. Cuando todo parece volver a la normalidad Suna y Konoha reciben una curiosa carta... son contactadas por una aldea nunca antes registrada que ademá...