Al parecer la madre de Chifuyu había llamado temprano por la mañana, cuando Chifuyu estaba todavía durmiendo. Debió haber sido descabelladamente temprano considerando que él se despertó al amanecer. ¿Es que su madre nunca dormía?
Básicamente ella estaba demandado el derecho a estar cerca de su hijo por el resto del embarazo. A Keisuke no le gustaba eso. A Chifuyu tampoco.
―Por favor, dime que no está mudándose — dijo Chifuyu.
Pasó una hora antes de que Keisuke cambiara a su forma humana, y para entonces, Chifuyu había encontrado el teléfono móvil roto. Keisuke estaba, en su mayoría, en control, pero parecía que la pantera todavía estaba dando vueltas a las cosas y no quería cambiar de nuevo. Quería continuar gruñendo y merodeando.
Keisuke había tomado rápidamente el control. Chifuyu lo necesitaba, así que apareció. Era siempre extraño observar a una pantera cambiando a un hombre, o un hombre cambiando a pantera. Chifuyu todavía se estaba acostumbrando a eso, pero luego, cuando Keisuke le explicó con reticencia el problema, Chifuyu se sintió enfermo.
Casi tan enfermo como cuando se quedó embarazado. Tuvo que levantarse e inclinarse contra algunos arbustos del jardín. Él no vomitó, afortunadamente, pero las ganas estaban ahí, y eso fue suficiente.
Keisuke frotó su espalda.
—No, aunque ella lo exigió.
― ¿Ella lo exigió? —Chifuyu preguntó, totalmente desconcertado por la desfachatez, aunque suponía que no debería haber estado sorprendido.
―Ella mencionó algo sobre problemas con las facturas.
―Tú has estado pagando todas las facturas médicas de papá. ¿Por qué infiernos está teniendo problemas con ellas? — Chifuyu preguntó. Su cabeza todavía se sentía caliente, y su estómago se revolvió.
Su madre quería estar cerca de él hasta que el bebé naciera. ¿Para qué? ¿Se sentía culpable por la manera que Chifuyu dejó la casa? ¿O solo estaba buscando conseguir un poco más de dinero de Keisuke? ¿Qué es lo que quería?
Keisuke continuó frotando la espalda de Chifuyu, diciéndole palabras calmantes, tratando de conseguir que se relajara. Estaba funcionando un poco, pero la cabeza de Chifuyu todavía se sentía como si estuviera a punto de explotar.
―Ella no va a venir aquí. Puede hacer lo que quiera. Puede aparecer en la verja de fuera con sus maletas y no la dejaré entrar. No a menos que tú la quieras aquí.
―No quiero — lo dijo tan agudamente como pudo considerando que todavía estaba luchando por no vomitar mientras se inclinaba sobre algunos bien recortados arbustos.
Parte de él sentía que estaba siendo un poco duro. Era su madre después de todo. Chifuyu se había sentido culpable por no haber sido capaz de reconciliarse con su padre antes de su muerte, y ahora aquí estaba, desconcertado por el hecho de que su madre quería estar cerca de él.
Tal vez él quisiera mejorar las cosas, pero no si eso significaba tener a su madre viniendo a vivir con él o estando tan incómodamente cerca que ella estuviera colgando de él por el resto de su embarazo. Ya era suficiente estresante ser un chico embarazado y tener una vagina creciéndole, para rematar la fiesta.
―No vendrá aquí, entonces. Lo prometo —dijo Keisuke.
Chifuyu creyó esa promesa. A pesar de lo que ellos se habían hecho el uno al otro, de todo lo que Keisuke le había hecho, Chifuyu confiaba mil veces más en él de lo que confiaba en su madre.
Chifuyu tomó una profunda respiración. Un par de profundas respiraciones. Él se obligó a mantenerse de pie. Keisuke permanecía detrás de él como si estuviera listo para agarrarlo en cualquier segundo que lo necesitara. Chifuyu estaba agradecido por ello cuando miró al otro hombre. Él trató de sonreír, pero probablemente parecía más tenso que nada.
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El Compañero Ronroneante del Multimillonario [Libro Tres]
FanficTercera parte de la Trilogía de Alfas Multimillonarios: El Compañero Ronroneante del Multimillonario. ⚠⚠⚠Adaptación de la historia escrita por Marcy Jacks⚠⚠⚠ Escenas +18