✠ 𝕄𝕚 𝔻𝕖𝕓𝕚𝕝𝕚𝕕𝕒𝕕 ✠

✧-CAPITULO-OCHO-✧

<(Narrador Omnisciente)>

El momento de melancolía y miseria es un estado de putrefacción de forma tanto sicológico como física.
Es lamentable que un cuerpo sano y es buen estado tenga un trato como el de un animal de carga.

Son las tres y media de la mañana, hora donde hace presencia el diablo, pero bueno. En muchas culturas se cree que cuando son las 3:33 se dice que es la hora donde los espíritus cruzan al lado de los no muertos eso incluyendo el diablo mismo.

Esto se da a reconocer gracias a la iglesia católica que como las 3:33 de la tarde es hora santa. A otras culturas así como también es una representación del 666 "Aquí está la sabiduría. El que tenga inteligencia calcule el número de la bestia, porque es número de hombre. Su número es seiscientos sesenta y seis."

No muchas personas creen en lo paranormal, lo que serían siendo fantasmas en ciertos casos la brujería y hasta los fieles demonios. Todo solo para llevar el caos y una vida de miseria.

Una figura caminaba con cautela y sigilo entre las mazmorras. Trataba de ser lo más silencioso posible, no quería levantar a los monstruos que vivían en el castillo y que posiblemente acabarán con su vida.

Un monstruo puede matar a otro monstruo, solo se tiene que ver quién es más fuerte.

Las celdas tenían personas suplicando por seguir respirando mientras que otras se hallaban muertas y el olor de los cuerpos en descomposición invadía la celda por completo.

Lo que tenían en común todas ellas es que mujeres jóvenes se encontraban, solo que con la diferencia de que una celda en particular se encontraba un hombre.

La figura se detuvo junto en frente de los barrotes observando fijamente el cuerpo ensangrentado, no decía nada.

Solo miraba en silencio, le tomo unos minutos para que reaccionará. Saco un manojo de llaves de diferente tipos, cada una era de una diferente celda.

Paso sin problema y se agachó a la altura de el joven de lentes. Distinguió como su cuerpo tenía heridas de gravedad.
Llevo sus manos a la herida del hombro izquierdo y que la misma trataba de hacer el intento de cicatrizar.

La figura tenía la intención de querer tocar su cuerpo pero antes de hacer eso, busco en su bolsillos un trapo limpio.

Miro el rostro del joven para verificar si estaba aún inconsciente o dormido y se llevó un asustó viendo cómo no era así, éste lo están mirando.

Por su mente surco la idea de que él ya la estaba mirando desde hace tiempo.

Tn:-*respira con calma*-...-*mira a la figura indiferente*-...~por favor no me hagas daño~...-

Su tono de voz era un susurro casi audible y en el modo en que lo dice era tan gélida y anodina. Estaba casado, era perceptible que le costaba bastante pronunciar palabras.

La figura entendió perfectamente su situación, y estaba allí con el propósito de querer curarlo.

—No te preocupes, no vengo a hacerte daño.

La pequeña luz que atravesaba la celda hizo que se viera mejor la figura. TN vio mejor a la persona que tenía justo a un lado, una mujer joven de cabellos castaños un rostro preocupado y uniformada como una sirvienta. Dedujo que trabajaba para Dimitrescu.

La sirvienta tomo el mismo trapo para limpiar pasándolo superficialmente, pero fue detenida por TN débilmente.

Tn:-*la aparta de él*-...~no deberías de estar aquí~...-*hace una mueca*- ~puede que alguien venga y te mate -