Capítulo 1

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Sostengo su cuerpo entre mis brazos, llorando a mares sobre su hombro y lamentándome por no haberle dicho lo que sentía, por no haberle dicho cuánto me importaba. Cierro los ojos y veo su imagen, corriendo a mi lado cuando éramos pequeños, luego pasa a cuando fuimos al baile de fin de curso y él me acompañaba con un esmoquin ni muy caro ni muy barato. Ahora no habrá más momentos como esos. Felices. Abro los ojos y me encuentro con la maldita realidad. Él ya no está aquí. Y es todo por mi culpa.

Todos se arrodillan a mi alrededor y tratan de apartarme de él. Pero no quiero y no lo haré.

Unas manos me sujetan por los hombros, yo forcejeo y lanzo patadas a todas direcciones, pero es inútil. Esas manos me abrazan y yo me dejo llevar por ellas. Ya no me quedan fuerzas para seguir luchando. Volteo a ver a quien me sujeta y veo que era él. Mi otra opción. Sé que no es bueno dirigirme así, pero no sé de que otra forma hacerlo.

Después de varios minutos llorando, me levanto y me dirijo a un rincón de la sala, nadie me lo impide, creo que saben que me deben dar espacio y tiempo. Me siento y apoyo la espalda contra la pared mientras abrazo mis rodillas. Veo un punto en el piso y trato de pensar en como caí en esta situación. Aunque sea doloroso, tendré que hacerlo. Tendré que recordar.

Testigo y CulpableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora