Extra

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Bankotsu se encontraba con el alma en un hilo.

No sabía que hacer, sus uñas se habían acabado de tanto comérselas.

Solo podía ver a las personas de ir y venir para todos lados. Otros solo lo veían sentado, pero nadie se imaginaba que era un manojo de nervios.

A lo lejos logra divisar a su suegra y cuñado, los cuales traen una cara de angustia, pasando sus manos por su cabeza se debe de imaginar que de ve igual.

Estaba a punto de volverse loco cuando ve a la única persona que le puede destruir la vida con solo unas pocas palabras si la respuesta es negativa.

— dígame ahora mismo como está mí esposa doctor — cual resorte se levanta de su lugar.

Al mismo tiempo Naomi y Sota terminan de llegar al sitio.

— Tranquilo señor, su esposa e hijos están bien, los tres están sanos y salvos, los bebés ahora están siendo limpiados por las enfermeras, su esposa está siendo llevada a su habitación y luego podrá verla — finaliza el doctor.

Dando un profundo suspiro, se relaja.

— Gracias doctor.

— solo espere a que una de las enfermeras lo venga a llamar y podes pasar a verlos, pueden pasar los tres, media vez no sea más de cinco personas pueden entrar, pero eso si,  al momento que la nueva madre se sienta cansada, la dejan, no es fácil traer al mundo a dos niños — Sin nada más que decir se va el doctor.

Las tres personas se abrazan felices, todos concuerdan que el primero en ver a Aome es Bankotsu.

Exhausta viendo para la ventana estaba Aome, no puede creer que trajo al mundo a dos bebés, jamás pensó que su cuerpo resistiría tanto, para la próxima le gustaría que fuera su esposo el que diera a luz.

Escucha que la puerta es abierta, dirige su vista y ve a su atractivo esposo. Dándole una sonrisa que a Bankotsu le da a entender que está cansada lo saluda.

— Hola amor.

— Hola ¿como estás? — le pregunta, estaba que casi se lo lleva la angustia que solo quiere saber cómo está su esposa.

— un poco adolorida pero bien, me siento feliz de que pude darle vida a dos seres.

En ese momento entra dos enfermeras, cada una cargando un vultito.

— señores hay dos pequeños que quieren conocerlos por primera vez — la enfermera que carga al pequeño de colcha azul.

Las enfermera se acercan y se los entrega a los nuevos padres. Un sorprendido Bankotsu recibe con cuidado a uno de sus hijos.

— son tan hermosos — mirándolos con mucha admiración, Aome se expresaba de sus pequeños, los dos eran sus tesoros, los cuales cuidara con tanto amor.

— iguales a sus mamá — al escuchar estás palabras, Aome mira a su esposo.

— se parecen más a ti.

— te equivocas preciosa, ellos son igualitos a ti.

Siguieron así, los pequeños ajenos a la riña de sus padres, dormían tranquilamente.

—• 1 año después •—

—•Narra Aome•—

El tiempo se pasó volando, mis dos pequeños tesoros ya hoy cumplen un año de vida, que rápido.

Muchas cosas han cambiado, Mis amigas Sango y Ayame lograron amarrar a Miroku y Koga.

Me alegro mucho por ellos.

Inuyasha y Kikyo están comprometidos, solo falta un mes para que se casen, espero que les vaya bien en su matrimonio, se merecen ser felices.

Sesshomaru se mudó para otra ciudad, allá conoció a una linda chica la cual es su novia, ella es muy dulce, me alegra que haya superado a la chica de la cual él estuvo enamorado.

Kagura, al ver qué no consiguió nada con Sesshomaru, se rindió, ahora está de luna de miel con un buen hombre quien trabaja en un banco.

Mí hermano se ha desempeñado en su trabajo, el cual lo han ascendido a un puesto mejor. En cambio mí mamá viene cada fin de semana a ver a sus nietos, ojalá no los malcrié de tanto consentirlos.

Mientras tanto, Bankotsu y yo estamos mejor que nunca, nuestros pequeños cada día crecen más, temo que crezcan rápido y cuando menos lo piense serán jóvenes, los cuales quieran descubrir el mundo que los rodea y quieran irse de la casa. Son mis tesoros, no los quiero perder, pero se que es la ley de la vida.

Cada día somos más unidos mí esposo y yo, nos contamos todos, nos tenemos confianza. No queremos repetir lo de la vez anterior, que fue un error el cual ninguno de los dos está dispuesto a pasar.

Fin.

Victoria Kou Taisho.  V. S

Electricidad [ Bankag ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora