"La Aldea Oculta de la Hoja en la época de Naruto parece haber olvidado por qué se fundó la aldea y se ha perdido. A través de un percance con un sello hiraishin, Tobirama se encuentra en la época de Naruto y no tiene intención de dejar pasar ningun...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Historia original de "allseer15": https://archiveofourown.org/works/21391081/chapters/50959222
Todos los derechos le pertenecen al igual que los personajes son propiedad de Kishimoto, yo solo lo traduzco y publico en Wattpad.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Si Tsunade no estuviera en el foco reducido de ve ve lucha salva vidas no dejes que mueran, se habría enfadado consigo misma porque el mocoso Hatake fue más rápido que ella en llegar al recinto de Akimichi. Tal como estaba, le dolía la mandíbula por lo fuerte que estaba apretando los dientes. El recinto de Akimichi estaba en caos, llamas en algunos edificios, cráteres en la tierra, sangre—
Rápidamente desvió la mirada y movió todo su cuerpo para lanzarse hacia adelante una vez que cruzó la pared del clan. Kakashi era demasiado rápido para que ella lo rastreara fácilmente, pero su tío era como una llamarada en el cielo nocturno con lo brillante y lívido que era su chakra.
Tsunade entró en la casa esperando encontrar a su tío en medio de una pelea, protegiendo a Naruto o destrozando a alguien.
No esperaba encontrarlo apoyado sobre un Akimichi familiar, sus manos ardiendo con un jutsu curativo mientras se concentraba por completo en la cara del hombre más grande. Tsunade podía recordar a Torifu de cuando era más joven. A menudo los visitaba y almorzaba o desayunaba con ellos, llenando toda la casa con su voz y presencia.
Nunca se había visto tan pequeño.
Estaba sangrando.
Sintió hielo caer sobre ella y por un segundo pensó que era el chakra de Tobirama, pero no. Sintió la familiar agitación del pánico. Su corazón tratando de subir hasta su garganta, sus pulmones se sentían como si hubieran sido frotados con papel de lija, el mundo se derrumbaba sobre sus hombros. Su visión se estrechó en el agujero desgarrado en el costado de Torifu.
Vagamente, ella sabía que el corte era lo suficientemente alto y profundo como para haber perforado el pulmón derecho del hombre y que debería estar ahogándose en sangre en este momento si no fuera por su tío.
