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—Hola, Vannia—escuché su voz. Una voz que en los últimos días me ponía nerviosa. Quizás era porque casi no me llevaba con hombres. Si a las mujeres les caía mal, a ellos peor. O quizás era porque era ÉL.

—Hola, Axel. Perdón por lo de ayer. Tú no tenías la culpa de eso—hablé nerviosa y muy rápido.

—Perdóname tú a mí, por... por todo eso—me miró con una sonrisa.

—Te perdono—sonreí.

—¿Entonces somos amigos de nuevo?—preguntó feliz.

—Sí, somos amigos de nuevo. Pero debemos irnos al aula—suspiré. Caminar me cansaba y mucho más subir escaleras.

—Cierto, vamos.

Pensaba que mi día sería lindo, pero Leonora y Yael no habían venido, no sabía que haría en descanso, o bueno, lo único que podía hacer era quedarme sola en el aula como solía hacerlo en secundaria usando mi celular. Me daba vergüenza pedirle a Keyla o a Daniela pasar ese rato con ellas.

Siempre me sentía sola, aún estando con Leonora o Yael, a veces sentía que aunque estuviéramos los tres juntos me sentía sola, yo era los que los veía hablar, contar chismes y decir cosas graciosas. Ellos eran el uno para el otro, quizás no como pareja pero eran los mejores amigos y se entendían perfecto, mientras que yo la mayoría de veces sobraba. O así me sentía, como un estorbo.

Y sin duda yo los quería mucho, pero yo no tenía a esa persona con la que complementara así como ellos y eso sin duda era algo que deseaba. A Leonora no le gustaba Camila así que no podíamos escuchar la misma música. A Leonora no le gustaba el color negro, el gris y el blanco, así que no podíamos comprarnos cosas iguales del mismo color. A Leonora no se aburría y tampoco se estresaba cuando veía películas como a mí, así que no podíamos ir al cine juntas. A Leonora no le gustaba dormirse tarde así que no podíamos hacer video llamadas en la madrugada. Quizás la única cosa que nos gustaba a las dos eran los libros, la única diferencia era que ella prefería los finales felices y yo los tristes.

—¿Oye, y ahora sí podemos ir a la cafetería?—preguntó Axel sentándose en el pupitre que estaba en frente de mí.

—Pero ni Yael ni Leonora vinieron—contesté nerviosa.

Debía de dejar de estar nerviosa cuando hablaba con él.

—No importa, nosotros dos vamos—lo miré. No sabía si aceptar o decirle que mejor otro día, pero la verdad tenía muchas ganas de un café helado.

—Está bien—acepté.

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—¿Cuál es tu top tres de canciones de Camila?—preguntó poniendo su celular en la mesa.

—Sin duda en primer puesto está Sólo para Ti, en segunda Abrázame y en tercera está Mientes, ¿Cuál es el tuyo?—pregunté. Nunca creí que le estaría preguntando a alguien su top de canciones de Camila, me había pellizcado un par de veces antes de salir de clases para ver si esto era un sueño pero al parecer no lo era.

—En primer puesto está Abrázame, en segundo Aléjate de Mí y en tercer está Sólo para Ti.

Sólo para Ti es la mejor canción, sin duda.

—No—negó—La mejor por siempre será Abrázame.

—¡Claro qué no!—comenzamos a pelear de juego sobre todas las canciones de Camila y cual era mejor que otra. Sin duda había sido un bonito momento que creo que no podría compartir con nadie, porque nadie que conocía escuchaba Camila. Y al final, cambiamos de tema porque sabíamos que ninguno convencería al otro.

AloneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora