Capitulo 4

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En realidad algunas cosas van a ser escritas en manera diferente del original pero le aseguro que es por lo mejor 😇
Algunas cosas — aunque si los escribí solo dos años atrás — ya me parecen un poquito demasiado cringe así que no puedo contenerme en modificar estas partes. Espero no le les importe demasiado y que disfruten la lectura.
[No se preocupen, no son nada más que detalles así que la historia no va a cambiar demasiado]
Buena lectura ❤️


Algo no está bien

"Al ver un refugio sabrán que se trata de nosotros, pero ahora vamos o terminemos llegando allí después del anochecer." Ya era mañana, tenía puesta la ropa del día anterior y también había devuelto su camisa al espadachín. "Ok."

"Kenshi-San... lo había llamado volviéndose hacia él... Tenemos que ir por aquí." Se esforzó por no reírse, simplemente no podía entender cómo podía ir en la dirección equivocada cuando todo lo que tenía que hacer era seguirla, literalmente.
"Sí, está bien, pero intenta ser más clara la próxima vez." Había murmurado, extrañamente menos alterado de lo habitual.
<Y pensar que no han pasado más de unos segundos... Tú y tu sentido de la dirección... >

"Kenshi-san, ¿estás seguro de que sabes cómo usar la vivre card que te di en caso de necesidad?" Eso era algo que no había evaluado antes. Si pudiera perderse mirándola de pie frente a él, ¿cómo podría encontrarla en caso de necesidad usando una vivre card?
"¿Qué estás insinuando?"-"Nada, solo me preguntaba si alguna vez habías usado una." Mintió, la orientación era definitivamente un traste doloroso. ¿Cómo podría, un hombre valiente y fuerte como él, perderse caminando en línea recta?

La niña que había sido despertada en su mente le había sugerido que tomara su mano, tal como lo había hecho algún tiempo antes para regresar a Sunny con sus compañeros, pero la mujer que todavía era fuerte en su subconsciente le había impedido comportarse así y la había obligado a simplemente mantener la más alta guardia sobre ese niño perdido que la seguía.

"¿En qué dirección vamos?" había preguntado el niño perdido. En quince minutos Robin se había visto obligada a llamar su atención al menos cinco veces y después de cada una se había preguntado si sería apropiado construirle una especie de correa con lianas.
Ella no lo habría hecho, Zoro probablemente no le habría mirado a la cara al escuchar la única propuesta.

"Nos dirigimos a un volcán." Se explicó a sí misma mirando hacia arriba buscando algunas pistas entre la densa vegetación: "¡El taller de los dioses!" (Me refiero a una creencia en la antigua Grecia, donde se creía que las armas de los dioses estaban forjadas en volcanes) Se había visto gratamente impresionado, casi engreído; ¡entonces realmente la escuchó mientras le contaba historias durante esas noches de guardia que pasamos juntos!

"Qué pasa?" Preguntó, observado la amplia sonrisa plasmada en los labios de la mujer. No había hecho nada ridículo, ¿verdad?
"Nada, no te preocupes."

...

Llegar a la isla parecía haber complicado aún más las cosas entre ellos, que podían pasar de momentos de serenidad y colaboración,  a compartir momentos de fuerte tensión y el mismo viaje de esa mañana había sido prueba de ello.
Como el día anterior, ella, unos pasos por delante de él, había dejado que los sonidos armoniosos y pacíficos de esa isla fueran el telón de fondo de sus pensamientos que se habían vuelto tan caóticos y ruidosos en su cabeza...
El peliverde, unos pasos atrás, que siempre había apreciado esos momentos pasados a solas con ella sin decir una palabra, por enésima vez podía percibir ese incómodo silencio que parecía acompañarlos desde que naufragaron.

¿Por qué su estúpida cabeza sugería que hablara con ella y la detuviera para escuchar lo que tenía que decir, mientras que su boca no parecía moverse para seguir sus órdenes?

En la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora