En la oscuridad

Capitulo 15

Secreto

Y habían pasado tantos días que Robin ya había perdido la cuenta. Habían caminado tantas veces por el perímetro de la isla que incluso Zoro era casi capaz de orientarse, pero de sus compañeros nunca habían visto el rastro. No lo admitiría en voz alta, pero la cosa había empezado a preocuparle. Su capitán nunca continuaría su viaje hasta que los encontrara y el hecho de que después de todos esos días no se presentara le había hecho pensar.

El espadachín que los primeros días parecía estar contento con ese retraso en llegar a ellos, había empezado a maldecirlo en cuanto estaba despierto, dándose cuenta de que aún no había sido alcanzado.
"¡Cuando llegue tendrá que verla conmigo!" Seguía despotricando caminando por la playa. Pero después de más de dos semanas no se había presentado y en este sentido los dos habían comenzado la construcción de una embarcación improvisa.

En esos días también habían entrenado.

Robin tuvo que admitir que no había sido nada fácil, pero en tan poco tiempo había empezado a notar los primeros resultados en términos de fuerza física. En cuanto a las técnicas de combate, Zoro tuvo que concederle que en los dos años Robin había trabajado bien, volviéndose extremadamente ágil y logrando también aprovechar al máximo su físico.

"Nunca funcionará." Comentó ella, sentándose en el suelo exasperada, pero Zoro la había ignorado, continuando construyendo.

"Por alguna extraña razón Luffy parece no habernos alcanzado todavía, ¿tienes alguna idea mejor?"-"Nos hundiremos después de ni siquiera dos días de navegación y me convertiré en comida para peces." Suspiró (más por el mero placer de ver la vena en la frente del espadachín hincharse que por otra cosa), haciendo aparecer algunas manos que habían acudido en ayuda del verde que la había observado desde arriba.

"Habla menos y trabaja más."-"Kenshi-san- ella con una sonrisa divertida señaló con la mirada las numerosas acciones que estaba realizando con la ayuda de sus propios poderes - estoy trabajando mucho más duro que tú." Y con esa simple frase consiguió disfrutar del espectáculo de ese hermoso espadachín que trabajaba con el pecho desnudo pero con la cara más roja que un tomate.

"Y luego, desde que empezamos a construir esta balsa, me olvidaste — había llamado su atención aunque él fingía seguir trabajando, podía decirlo por su expresión —No ha pasado ni un mes y ya te has cansado de mí. Me siento profundamente ofendida..."-"Oi, mujer, deja de decir tonterías." Le había dicho, esforzándose por reprimir una sonrisa. Cuántos recuerdos en tan poco tiempo...

"Es así." Se había mordido un labio cruzando por fin sus ojos. -"¿No serás demasiado exigente?" Rió, abandonando todo y dirigiéndose hacia ella, que le dirigió una sonrisa seductora.

"Dime una cosa..."- con un dedo enganchó el collar que llevaba Zoro en esos días (uno de los regalos de la gente de la isla), acercándolo aún más a sí mismo.
"Algo me dice que tu pregunta no me gustará." Cuando la sonrisa de la mujer dejó de infectar sus ojos, tuvo la confirmación de sus sospechas.

"¿Qué pasará cuando nos encontremos con Luffy y los demás?"

Lo observó esperando, a un paso de su cara y todavía con el collar en las manos.

Habían pasado dos semanas o quizás más y los dos simplemente habían empezado a comportarse como una pareja: trabajaban juntos para construir la balsa, entrenaban juntos y cuando luego él se sentaba bajo la sombra para descansar, ella se acercaba sentándose entre sus piernas y besándose de las dulces caricias que le dejaba en el pelo, su punto débil. Pasaban días juntos,trabajaban, entrenaban, reían y lo hacían todos los días; una vez que volvieran al barco no volvería a ser lo mismo y ambos lo sabían.